Aunque no lo crea, los malos olores pueden manifestarse por un estado de estrés o por ingerir ciertos medicamentos.
Hay olores molestos cuyos orígenes van más allá de una buena sesión en el gimnasio o la falta de un duchazo diario. Aunque no lo crea, los malos olores pueden manifestarse por un estado de estrés o por ingerir ciertos medicamentos:
El estrés
La ansiedad provoca la liberación de cortisol, una sustancia conocida como la hormona del estrés, que nos ayuda a estar alertas frente a situaciones de peligro.
Desafortunadamente, el cortisol también nos hace sudar. Y aunque esta hormona no tiene olor, al combinarse con las bacterias de la piel los problemas con nuestro aroma empezarán a incomodar.
Niveles de azúcar en la sangre
Existe una asociación entre la diabetes y el mal aliento, aunque el olor del aliento directamente atribuible a la diabetes no es la misma que la halitosis en su sentido normal.
Frecuentemente descrito como un “dulce” o el olor “afrutado”, los diabéticos experimentan un olor anormal en la respiración cuando están sufriendo de la cetoacidosis, un proceso que ocurre cuando se descompone la grasa y el cuerpo produce un elemento químico llamado cetona, que aparece en la sangre y la orina.
Medicamentos
Muchos medicamentos pueden tener efectos secundarios que causan olores. Un ejemplo son las píldoras anticonceptivas, ya que resecan la boca y pueden provocar la acumulación de sulfuro, lo que causa ese olor a huevo podrido.
También, medicamentos como acetaminofén, anti-depresivos y píldoras dietéticas han demostrado provocar transpiración extra. Siempre lee las etiquetas.
Problemas digestivos
Mucha fibra provoca gases, muy poca provoca estreñimiento. Esto se suma a los problemas de flatulencia que puede afectar el olor corporal. En casos de estreñimiento severo, las toxinas liberadas por el sistema digestivo pueden salir por los poros, dándote lugar a lo que se conoce como "olor corporal fecal".
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