Accidentes son frecuentes en zonas selváticas remotas y pueden llegar a ser mortales si el afectado es alérgico, advierte Ministerio de Salud.
La picadura de una abeja puede ser mortal, si la persona es alérgica a las toxinas o veneno de su aguijón. Sin embargo, en la mayoría de casos, una persona sin este problema en su salud puede presentar complicaciones graves sólo si recibe de 100 a 500 picaduras en simultáneo, advirtió Manuel Espinoza Silva, infectólogo del Instituto Nacional de Salud (INS) del Ministerio de Salud.
Las toxinas o veneno que producen las abejas pueden conducir a un cuadro alérgico (anafilaxia) que ocasionaría la insuficiencia respiratoria, choque y muerte. En tanto, "las picaduras múltiples dan lugar al denominado síndrome de envenenamiento, que puede llevar a la muerte", indicó.
El funcionario precisó que el ataque de abejas a personas ocurren con cierta frecuencia, aunque la mayoría no son reportados debido a que suceden en áreas selváticas remotas. Si una o varias abejas pican a alguna persona, lo recomendable es sacar el aguijón lo antes posible, mientras siga "clavado" en la piel seguirá ingresando "veneno" al cuerpo.
Ante cualquier manifestación local o sistémica, tras la picadura, se debe acudir de inmediato a un centro asistencial.
El especialista señaló que los ruidos intensos, la muerte de algunas abejas o el daño inesperado a su medio o hábitat, produce una respuesta "química" de alerta ante lo que podrían considerar una agresión; de esa forma se despierta la agresividad de los miembros de la colmena y vuelan para atacar al "invasor".
El mensaje de ataque puede desplegarse a una distancia de 900 a 1000 metros de la colmena, detalló Espinoza Silva. "Para huir de las abejas agresivas, lo mejor es correr en zig zag, para alejarse lo más rápido posible de la colmena; esconderse bajo un auto o ingresar a un lugar seguro (que no permita el ingreso de las abejas)", refirió.
Reduzca el riesgo
Las personas dedicadas a la apicultura (personas dedicadas a la crianza de abejas para comercializar su miel) deben mantener sus colmenas alejadas de los centros poblados (aproximadamente tres kilómetros), a 200 metros de la casa y de la calle (para el caso de los apicultores).
Las toxinas o veneno que producen las abejas pueden conducir a un cuadro alérgico (anafilaxia) que ocasionaría la insuficiencia respiratoria, choque y muerte. En tanto, "las picaduras múltiples dan lugar al denominado síndrome de envenenamiento, que puede llevar a la muerte", indicó.
El funcionario precisó que el ataque de abejas a personas ocurren con cierta frecuencia, aunque la mayoría no son reportados debido a que suceden en áreas selváticas remotas. Si una o varias abejas pican a alguna persona, lo recomendable es sacar el aguijón lo antes posible, mientras siga "clavado" en la piel seguirá ingresando "veneno" al cuerpo.
Ante cualquier manifestación local o sistémica, tras la picadura, se debe acudir de inmediato a un centro asistencial.
El especialista señaló que los ruidos intensos, la muerte de algunas abejas o el daño inesperado a su medio o hábitat, produce una respuesta "química" de alerta ante lo que podrían considerar una agresión; de esa forma se despierta la agresividad de los miembros de la colmena y vuelan para atacar al "invasor".
El mensaje de ataque puede desplegarse a una distancia de 900 a 1000 metros de la colmena, detalló Espinoza Silva. "Para huir de las abejas agresivas, lo mejor es correr en zig zag, para alejarse lo más rápido posible de la colmena; esconderse bajo un auto o ingresar a un lugar seguro (que no permita el ingreso de las abejas)", refirió.
Reduzca el riesgo
Las personas dedicadas a la apicultura (personas dedicadas a la crianza de abejas para comercializar su miel) deben mantener sus colmenas alejadas de los centros poblados (aproximadamente tres kilómetros), a 200 metros de la casa y de la calle (para el caso de los apicultores).
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