Deben realizarse con los insumos adecuados, evitando preparados de dudosa procedencia que contienen sustancias tóxicas.
Uno de los rituales que más se practican para recibir el nuevo año es el de los baños de florecimiento. Según la creencia popular, éstos sirven para eliminar todas las energìas negativas acumuladas durante el año, para limpiar el aura y empezar un nuevo ciclo de manera positiva. Estas prácticas no representan ningún peligro si se realizan con los cuidados respectivos, tanto en lo que concierne a la higiene como a la calidad de los productos que se utilicen.
El Dr. Oswaldo Salaverry, director del Centro Nacional de Salud Intercultural (CENSI) del Ministerio de Salud, resaltó hoy, en una conferencia de prensa, la importancia de tener mucho cuidado con los rituales que incluyan el consumo de brebajes o pócimas. Si bien existe una larga tradición en el mundo y sobre todo en el Perú de este tipo de costumbres para despedir el año, estas pueden desencadenar en enfermedades como alergias, dolores estomacales e intoxicaciones.
Muchas veces este tipo de preparados de dudosas marcas están contaminados con hongos y permanecen guardados durante mucho tiempo antes de su venta. Como explicó el galeno son en su mayoría soluciones alcohólicas tóxicas, mezcladas con kerosene y en ocasiones hasta orina, sumados a insumos y plantas de muy baja calidad. En la mayoría de los casos estos productos ofrecen resultados muy difíciles de concretarse, como la eterna fortuna o una salud inquebrantable.
Existen otros rituales que incluyen frotaciones en el cuerpo con pomadas que pueden ocasionar urticaria y otras lesiones graves en la piel. Plantas como la ortiga, muy frecuente en este tipo de rituales, puede ocasionar urticaria.
Finalmente, Salaverry se refirió al Ayahuasca, un brebaje que no se puede tomar sin la asistencia de un experto, por sus poderosas propiedades alucinógenas que pueden llevar a la persona al estado de coma.
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