Por: Ennio Barrón Núñez, dermatólogo Clínica Sanna El Golf. Una de las especialidades que se presta muy bien a la telemedicina, gracias a prevalencia de las imágenes, es la dermatología gracias a que diferentes enfermedades de la piel pueden ser diagnosticadas a simple vista, sin necesidad de un examen físico o análisis.
Por: Ennio Barrón Núñez, dermatólogo Clínica Sanna El Golf.
Una de las especialidades que se presta muy bien a la telemedicina, gracias a prevalencia de las imágenes, es la dermatología gracias a que diferentes enfermedades de la piel pueden ser diagnosticadas a simple vista, sin necesidad de un examen físico o análisis, permitiendo así que esta rama de la medicina sea la especialidad clínica con mayor desarrollo en teleconsulta en el primer mundo.
Sin embargo, en nuestro país, fue el decreto de Estado de Emergencia y aislamiento social obligatorio lo que permitió que la teleconsulta nazca como una alternativa frente a la necesidad de atender consultas médicas sin exponer al paciente o al doctor a un posible contagio. En este sentido, en esta columna hablaré de cómo se están llevando estas consultas desde mi especialidad y cómo esta virtualidad puede ser de gran ayuda para la detección de diferentes enfermedades.
¿Qué opciones tengo para acceder a una teleconsulta?
Inicialmente, los colegas dermatólogos adoptaron la telemedicina por iniciativa propia. Estos optaron por el uso de las apps que permitan videoconferencias como Whatsapp, Skype, Zoom, etc. Luego, aparecieron algunas plataformas que ofrecían el servicio integrado de creación de un perfil público, programación de citas, videoconferencia, expedición de recetas y seguimiento del pacientes así como pagos online.
A esta ola se le unieron también las clínicas privadas, quienes desarrollaron sus propias plataformas virtuales integradas a su sistema de historias clínicas virtuales, a los seguros médicos y sistemas de delivery de medicamentos prescritos. Esta diversidad de opciones permite que los pacientes escojan la que mejor les convenga.
Esto es posible gracias a que muchos tienen un smartphone, una pc, laptop con cámara y una conexión de alta velocidad como 4G o internet de banda ancha. El internet, en este sentido, es indispensable para obtener sonido e imágenes de alta calidad para hacer un adecuado diagnóstico en esta especialidad.
Teleconsulta en tiempos de COVID-19
Las tecnologías de informacion y comunicación mejoran la calidad de la asistencia médica y, en tiempos de pandemia, ayudan a evitar el contacto con las instituciones de salud y otros pacientes potencialmente infectados. Sin embargo, esto no significa que la teleconsulta va a sustituir a la visita presencial. Esta la cual se reserva para casos especiales.
Se calcula que alrededor de un 70% de las enfermedades de la piel pueden manejarse por vía virtual y solo un 30% requerirán estar presentes. Esto ayuda a descongestionar las instituciones de salud que en estos tiempos tienen enfocados sus mayores recursos en contener la pandemia de COVID-19. Esto permitirá el beneficio de algunos pacientes con dificultad de acceso, ya sea por grandes distancias, falta de tiempo o discapacidad (pacientes ancianos, encamados, institucionalizados).
¿Qué ventajas ofrece la teleconsulta en dermatología?
Muchos casos en dermatología pueden manejarse sin problemas y con menores costos a través de la telemedicina, como el seguimiento de patologías crónicas (hongos de las uñas, psosiaris, acné, rosácea, etc.) y la detección de algunas enfermedades que pueden diagnosticarse fácilmente con una buena historia clínica. Si la condición no pudiese manejarse del todo por vía virtual, se otorgará una cita presencial. Asimismo, si el paciente requiere algún procedimiento quirúrgico la atencion presencial será inevitable.
En muchas clínicos y hospitales se han habilitado áreas que antes estaban destinadas a otras especialidades a costa de reducir la atención de las mismas. Asimismo, la oferta de servicios de consultas se ha reducido por cumplir con las disposiciones del Estado: el distanciamiento social, el aforo reducido al 50% y la imposibilidad de atender de algunos médicos por edad o factores de riesgo.
En este sentido, la telemedicina es esencial ya que cubre esa brecha y, al no haber contacto directo con el paciente, disminuye drásticamente la posibilidad de contagios, cuidando así tanto al médico como al paciente.
La telemedicina abre un espacio para extender la oferta de servicios dermatológicos a lugares donde no existe como en algunas regiones muy alejadas del país o incluso fuera de el. Las aplicaciones son infinitas y serán aún mayores y de mejor calidad con el advenimiento de la tecnología 5G en un futuro próximo.
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