La falta de motivación para ejecutar acciones se debe a una mala conexión neuronal en determinada zona del cerebro.
Una investigación realizada por científicos de la Universidad de Oxford (Reino Unido) ha concludído que la personalidad apática es un rasgo más biológico que de simple actitud ante la vida.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores contaron con la participación de 40 personas que tuvieron que responder un cuestionario mediante el cual los autores lograron identificar a los participantes menos motivados por naturaleza. Luego, todos los voluntarios fueron sometidas a resonancias magnéticas mientras realizaban tareas que implicaban esfuerzo.
Tras observar su actividad cerebral, los expertos comprobaron que los participantes previamente identificados como apáticos registraban mayor actividad en su corteza premotora, región que se activa justo antes de que intervengan otras zonas responsables del movimiento.
Esto indicaría que las personas apáticas necesitan más esfuerzo para convertir sus decisiones en acciones, probablemente debido al deficiente desarrollo de sus conexiones neuronales en esa área del encéfalo, creen los expertos.
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