Frialdad del capturado terrorista podría indicar que se trata de una personalidad esquizoide o de una personalidad sicopática, señala el especialista.
El traslado del terrorista “Artemio” a la Dircote, la tarde del miércoles, mostró a un hombre que parecía estar fuera de la realidad. RPP Noticias consultó con el doctor Fernando Maestre para escudriñar en la personalidad de Florindo Flores Hala, nombre real del delincuente capturado.
“Es el típico semblante frío, no expresivo, sin movimiento de ojos, fijos en un punto que puede ser imaginario, es el típico rostro de una persona a la que no le interesa ni su vida ni la de los demás. Otra persona estaría preocupada, estaría en contacto, él se mantiene absolutamente fuera del tema que está pasando”, dijo el doctor Maestre describiendo el rostro de “Artemio”.
“Este es el rostro que este señor utiliza cuando ha tenido sus incursiones. Creo que este tipo de personalidad es frío, emocionalmente seco, no quieren ni creen en los demás y si tienen que actuar, actúan, lo hacen y matan con el mismo rostro inexpresivo”, añadió.
“Por lo que se ha visto en la prensa, es un personaje que no ha tenido ningún reparo en matar, en organizar “cacerías” de policías y tampoco de alejarse de los seres queridos más próximos como sus padres a los que no ve hace años, y no le interesa probablemente. Estas son personalidades esquizoides, personalidades totalmente secas, frías, o la otra posibilidad es que se trate de una personalidad sicopática. Eso se tendrá que decidir luego del examen”, abundó el especialista.
“Creo que hay que darle el mismo trato humanitario que se le da a todos los demás presos, el hecho que él sea una persona fría y que haya cometido supuestamente crímenes, no nos tiene que volver igual que ellos, creo que habría que tratarlo como cualquier preso y respetando los Derechos Humanos”, señaló.
“Este tipo de rostro se ve mucho en los hospitales siquiátricos, es lo que se llama “el rostro de cera”, no expresa nada, su mirada está fija en cualquier punto del espacio, no hay ningún gesto con los labios, su cuello siempre está firme mirando en una dirección. No creo que quiera mandar un mensaje manteniendo esta postura. Hubo un momento, cuando fue capturado, que levantó la mano y ahí sí hubo un mensaje. Aquí no hubo ningún movimiento, creo que simplemente era una actitud soberbia y despótica frente a lo que estaba pasando”, finalizó el doctor Maestre.
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