Contiene altas cantidades de fósforo, un mineral que promueve el buen funcionamiento del riñón evitando la deshidratación, y que es capaz de aliviar los efectos del alcohol.
Luego de una placentera noche de copas, muchos personas tienen la costumbre de cerrar la jornada con un rico caldo de gallina, plato al que las leyendas urbanas y el boca a boca han convertido en una especie de elixir curativo contra la borrachera, lo que le ha valido para ser conocido popularmente como un poderoso "levantamuertos".
Pero ¿serán ciertas las propiedades casi curativas que se le atribuyen? ¿será real tanta magia? Sara Abu Sabbah, médico nutricionista, explica que no existe un alimento que sea capaz de eliminar los efectos del alcohol, sobre todo si se ha tomado mucho; sin embargo, reconoce que el caldo de gallina puede ayudar a que la persona sienta un alivio.
"Cuando una persona ha tomado mucho, va a orinar bastante, por lo que se va a deshidratar. En ese sentido, el caldo de gallina contiene altas cantidades de fósforo, un mineral que promueve el buen funcionamiento del riñon y es capaz de reponer los nutrientes que se pierden cuando uno se deshidrata. Entonces, no vamos a decir que el caldo de gallina elimina los efectos de una borrachera porque no es cierto, pero sí podemos decir que de alguna manera alivia esos efectos negativos", explica Abu Sabbah.
Además, el fósforo tiene una participación activa en la generación de energía en el organismo y en la contracción muscular. Y hay que recordar que cuando una persona ha tomado alcohol, tiene los músculos medio flácidos y se siente agotado. En ese sentido, el fósforo ayudará a generar energía que es lo que de alguna manera va a reponer a la persona.
No obstante, el alcohol también altera la función digestiva, entonces, "puede ocurrir que incluso un caldo de gallina sumado al malestar general por la intoxicación alcohólica, pueda generar una severa indigestión que nos lleve directo a emergencias", advierte la especialista.
En ese sentido, el alcohol solo como el vino, ron o whisky no requieren de un proceso de digestión, se absorven. Sin embargo, "si la persona ha tomado un trago que incluye algún tipo de alimento como frutas o batidos, ahí sí se tiene que pasar por un proceso de digestión. En ese caso, una sopa que tenga una presa, papa y fideos sí puede generar una indigestión", advierte Sara Abu Sabbah.
Nueve gramos por hora
Hay que tener en cuenta que el cuerpo está preparado para metabolizar nueve gramos de alcohol por hora, lo que equivale a unas tres onzas de algún destilado, un vaso de cerveza o una copa de vino, explica la especialista. "Pero si uno se toma tres o más en una hora, sí o sí va a sufrir los nocivos efectos del alcohol, sin importar cuanta agua o caldo tome".
Finalmente, la especialista recomienda que si una persona es sensible al alcohol y quiere evitar sus efectos, es mejor que acompañe su copa con un vaso de agua, "esto le permitirá minimizar los efectos negativos del trago. Aunque lo mejor es no tomar", finaliza.
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