El aumento de temperatura en nuestros testículos, generaría una disminución de hasta un 60% en la calidad de los espermatozoides.
Para el varón es muy importante que los testículos conserven una temperatura menor a los dos grados, en relación a su temperatura corporal, para que mantenga una adecuada calidad espermática.
Sin embargo el intenso calor de esta temporada pone en riesgo el estado del esperma, tomando en cuenta que las personas sedentarias tienen mayor riesgo de padecerlo.
“El aumento de temperatura en nuestros testículos, generaría una ruptura en las cadenas de ADN espermático, logrando así, una disminución de hasta un 60% en la calidad de los espermatozoides, poniendo en evidencia un problema de infertilidad masculina”, manifestó el doctor Julio César Dueñas Chacón, director de Procrear.
Según el experto, esta ruptura o fragmentación, tal y como indica su nombre, se refiere a roturas o lesiones en el material genético del espermatozoide. “A mayor número de lesiones, menor será la integridad del material genético y las probabilidades de que se produzca un embarazo”.
Al clima actual se suman actividades que realizan el varón y que implica un incremento de calor en la zona testicular, ya sea por permanecer largas horas sentado, o laborar en ambientes de intenso calor.
Para evaluar este daño el varón debe realizar una prueba llamada fragmentación de ADN en espermatozoides, esta es una prueba sencilla que se hace con una muestra de esperma y nos permite saber el porcentaje de ruptura de los espermatozoides
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