Brooke Greenberg cumplirá 16 años el próximo enero, sin embargo su cuerpo y cerebro son iguales a los de un bebé de un año. Sólo sus uñas y cabello crecen.
Brooke Greenberg, nació de Maryland, Estados Unidos, y cumplirá 16 años el próximo enero, pero lejos de asemejar a una adolescente luce como una bebé de un año de edad.
Según el pediatra que estudia su caso, Lawrence Pakula, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, a diferencia de muchos casos en los que se documentan fallas en el desarrollo o el crecimiento de menores, el de esta joven es único.
Su condición le impide envejecer de una manera convencional y nunca ha sido diagnosticada con algún síndrome genético o anormalidad cromosómica conocida que ayude a explicar porque pese a su edad, su mente y su cuerpo son los de una infante, según publica ABC News.
Lo único que continúa creciendo en su cuerpo son su cabello y sus uñas.
Algunas de las inconsistencias en su proceso de envejecimiento, según informa la revista "Mechanisms of Ageing and Development", es el hecho de tener dientes de bebé a la edad de 16 años, los cambios mínimos que su cerebro ha registrado y la edad de sus huesos es de aproximadamente 10 años.
De acuerdo con el diario Universal de México, la madre de la menor, Melanie Greenberg, señala que cuando sale a la calle con su hija evita dar explicaciones sobre el padecimiento de su hija. "Mi sistema es convertir los años en meses, así que cuando alguien pregunta sólo digo que cumplirá 16 meses de edad".
Sin envejecer
Para la ciencia hasta ahora este caso no tiene explicaciones científicas. Los médicos sostienen que el cuerpo de la pequeña no se desarrolla como una unidad coordinada, pero como si las distintas partes de su cuerpo no se sincronizaran.
"Ella nunca ha sido diagnosticada de ningún síndrome genético conocido genético, ni tenemos constancia de la anormalidad cromosómica que padece, que ayudaría a explicar por qué", asegura Richard Walker, doctor de la Universidad del Sur Florida del Colegio de Medicina en Tampa.
El peso de Brooke es de siete kilos y su altura de 76 centímetros. No puede hablar, pero reconoce a la gente a su alrededor y ríe cuando está feliz.
Foto: ABC News
Según el pediatra que estudia su caso, Lawrence Pakula, de la Escuela de Medicina Johns Hopkins, a diferencia de muchos casos en los que se documentan fallas en el desarrollo o el crecimiento de menores, el de esta joven es único.
Su condición le impide envejecer de una manera convencional y nunca ha sido diagnosticada con algún síndrome genético o anormalidad cromosómica conocida que ayude a explicar porque pese a su edad, su mente y su cuerpo son los de una infante, según publica ABC News.
Lo único que continúa creciendo en su cuerpo son su cabello y sus uñas.
Algunas de las inconsistencias en su proceso de envejecimiento, según informa la revista "Mechanisms of Ageing and Development", es el hecho de tener dientes de bebé a la edad de 16 años, los cambios mínimos que su cerebro ha registrado y la edad de sus huesos es de aproximadamente 10 años.
De acuerdo con el diario Universal de México, la madre de la menor, Melanie Greenberg, señala que cuando sale a la calle con su hija evita dar explicaciones sobre el padecimiento de su hija. "Mi sistema es convertir los años en meses, así que cuando alguien pregunta sólo digo que cumplirá 16 meses de edad".
Sin envejecer
Para la ciencia hasta ahora este caso no tiene explicaciones científicas. Los médicos sostienen que el cuerpo de la pequeña no se desarrolla como una unidad coordinada, pero como si las distintas partes de su cuerpo no se sincronizaran.
"Ella nunca ha sido diagnosticada de ningún síndrome genético conocido genético, ni tenemos constancia de la anormalidad cromosómica que padece, que ayudaría a explicar por qué", asegura Richard Walker, doctor de la Universidad del Sur Florida del Colegio de Medicina en Tampa.
El peso de Brooke es de siete kilos y su altura de 76 centímetros. No puede hablar, pero reconoce a la gente a su alrededor y ríe cuando está feliz.
Foto: ABC News
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