Una investigación de la Universidad de Arkansas encontró que los fanáticos ávidos del deporte tienden a peores hábitos alimenticios que las personas que no están interesadas en los deportes
Los aficionados al deporte pueden mejorar sus habilidades del lenguaje cuando se trata de debatir sobre él, asegura Sian Beilock, profesora de Psicología en la Universidad de Chicago (EE UU), publica el portal de CNN.
“Nuestra investigación sugiere una conexión fuerte entre la mente y el cuerpo... Cuando estamos sentados en un sillón viendo un partido de futbol, nuestro cerebro en realidad está jugando el juego en cierta forma”, indicó.
Otro estudio de la Universidad de Utah (EE UU), encontró que los niveles de testosterona de los hombres aumentan cuando ven ganar a su equipo; ya sea que estuvieran viendo el partido en el estadio o en televisión.
Los niveles altos de testosterona han sido relacionados a una mejor función sexual y al aumento de energía.
Sin embargo, una investigación de la Universidad de Arkansas encontró que los fanáticos ávidos del deporte tienden a peores hábitos alimenticios que las personas que no están interesadas en los deportes; los aficionados del deporte comen más comida rápida, beben cerveza y menos vegetales y se saltan el desayuno más a menudo que los no aficionados.
Los expertos aseguran que algunos fanáticos del deporte se envuelven demasiado en el resultado de los partidos y a veces el estrés asociado con el apego a un equipo puede conducir a problemas físicos, incluso hasta infartos.
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