La alteración en la fertilidad masculina se transmite vía paterna.
La exposición durante la vida fetal a contaminantes ambientales como los denominados disruptores endocrinos disminuye la fertilidad masculina durante al menos tres generaciones, según un nuevo estudio realizado en ratones que publica este martes la revista Plos One.
El trabajo se ha desarrollado con ratones expuestos durante el período embrionario, vía materna, a la vinclozolina, un fungicida muy usado en agricultura que tiene efectos antiandrógenos (inhiben las hormonas sexuales masculinas).
Este fungicida se usa en viñedos, frutales o plantas ornamentales con distintos nombres comerciales en diversos países, explicó a EFE Jesus del Mazo, del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
En este trabajo se han usado dos dosis distintas de vinclozolina, una de ellas por debajo de la consideración Noael "No Observed Adverse Effect Level", un nivel donde se había establecido que no se observaban efectos adversos.
La Agencia de Protección Medioambiental de EEUU establece este nivel en 1,2 miligramos por kilo de peso corporal al día.
En este estudio se usó un miligramo por kilo de peso corporal al día y se comprobó que la exposición durante la vida fetal a este contaminante altera la fertilidad masculina.
Esta alteración, según Del Mazo, se constata en al menos tres generaciones después de la exposición aunque las generaciones siguientes no hayan sido expuestas directamente.
El científico señaló que esta alteración en la fertilidad masculina se transmite vía paterna, por modificaciones en el ADN que no modifican su secuencia pero sí la forma y dinámica de cómo se expresan algunos genes (se producen cambios en la epigenética).
Además de esta dosis, los investigadores usaron una cien veces más alta a la establecida por la Agencia de Protección Medioambiental estadounidense (1,2 mg), porque el metabolismo del ratón es más acentuado que el de los humanos, explicó Del Mazo: "hemos encontrado los mismos efectos, si bien más marcados".
En concreto, los científicos vieron que este contaminante altera una vía de regulación de genes implicada en el desarrollo embrionario de las células precursoras de lo que serán las células germinales, espermatozoides en el caso masculino, según Del Mazo.
Hace ya algunos años hay una acumulación de datos que indican que los descensos en la calidad y cantidad espermática tanto en humanos como en múltiples especies, junto con el aumento de cáncer testicular y malformaciones en el desarrollo de genitales en humanos, pueden estar "en buena parte" inducidos por el efecto de algunos contaminantes químicos.
Estos contaminantes son conocidos como disruptores endocrinos y se cree que alteran el equilibrio hormonal, especialmente hormonas implicadas en desarrollo de gónadas, células germinales y reproducción.
Existen algunos estudios previos en ratas sobre la vinclozolina, pero hasta ahora no se había visto su efecto en otras especies como ratón, ni precisado su mecanismo de acción, según Del Mazo.
EFE
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