Según la OMS, el 60% de personas que sufren demencia vive en países de ingresos medios y bajos, pero esta proporción aumentará en la próxima década, lo que hace temer que profundice las desigualdades entre los países y dentro de ellos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció este martes la creación del primer fondo mundial para tratar la demencia, uno de los problemas sanitarios más importantes de la actual generación y que afecta a 47 millones de personas en el mundo.
De acuerdo a las proyecciones de las instituciones especializadas, esa enfermedad -cuyos tipos más comunes son el alzheimer y la demencia vascular- afectará a 75 millones de personas dentro de tan solo quince años y al triple en 2050.
La decisión de constituir el fondo mundial sobre la demencia fue adoptada este martes en una conferencia ministerial para una acción global frente a ese problema y comenzará a funcionar con una donación de cien millones de dólares del Reino Unido.
Además de ministros de salud y altos representantes de 80 países, en esta conferencia convocada por la OMS participaron investigadores y profesionales del medio clínico para buscar las mejores maneras de afrontar el problema de una manera coordinada y global.
De las discusiones salió a relucir el alto costo a largo plazo que representa la demencia para los sistemas públicos de sanidad, los perjuicios que provoca en las comunidades y las familias de los enfermos y las pérdidas que causa a la productividad de los países.
De acuerdo a las últimas estimaciones disponibles, el tratamiento de la demencia requiere de 604.000 millones de dólares por año, aunque para 2030 esa cifra se habrá más que duplicado.
La OMS afirma que el 60% de personas que sufren demencia vive en países de ingresos medios y bajos, pero esta proporción aumentará en la próxima década, lo que hace temer que profundice las desigualdades entre los países y dentro de ellos.
La demencia es una condición que afecta a las funciones cognitivas del cerebro, como la memoria, el lenguaje, la percepción y el pensamiento, por lo que interfiere gravemente en la capacidad de mantener una vida normal.
Hay evidencias que sugieren que el riesgo de ciertos tipos de demencia puede ser menor si se reducen los factores de riesgo cardiovasculares, como el colesterol alto, la diabetes, la hipertensión y el tabaquismo, entre otros.
EFE
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