Es un momento en el cual muchas personas aprovechan para hacer una evaluación del año 2017 y diseñar metas para cumplir sus sueños en los siguientes años.
Este mes de festividades, celebrando la Navidad y el Año Nuevo, es un momento en el cual muchas personas aprovechan para hacer una evaluación del año 2017 y diseñar metas para cumplir sus sueños en los siguientes años. Esta práctica es muy importante porque nos permite hacer un balance sobre nosotros mismos, sobre lo que deseamos y construimos cada día.
La Navidad simboliza o representa el nacimiento de Jesús, quien vino al mundo para demostrarnos la máxima expresión de amor hacia los demás. Es así que su nacimiento simboliza el nacimiento de afectos, sentimientos y valores que nos orienten a expresar nuestro amor por el prójimo (las demás personas), promoviendo cambios positivos para cada uno de nosotros.
El Año Nuevo simboliza o representa el final de un periodo, el cual anuncia el inicio de otro. Este final de un periodo también simboliza el fin de aquello que necesitamos dejar (ideas, creencias, comportamientos, actitudes) para permitir los cambios que deseamos cultivar en nosotros y en los demás.
Nuestra mente es dinámica, no secuencial; las ideas, creencias y conocimientos que vamos adquiriendo no se acumulan, sino se reorganizan. Por ello, es recomendable brindarse un espacio para clarificar e identificar aquellas (ideas, creencias y conocimientos) que nos ayudaran o impedirán iniciar un nuevo periodo de nuestra vida.
Que estas fechas representen el nacimiento y la muerte, así como el inicio y el fin de un periodo de la vida, más no de la vida en sí, porque la vida no tiene fin, ni la muerte acaba con la vida; mientras alguien recuerde que estuvimos aquí y fuimos parte de esto, seguiremos vivos a través de los demás.
De esta forma, en estas fechas navideñas todos y todas tenemos la posibilidad de una transformación que nos lleve no sólo hacer mejores personas, sino también convivir saludablemente con todo lo que nos rodea.
En este mes de diciembre, aprovechemos el momento para identificar aquellas cosas que deseamos cultivar en nosotros mismo, y aquellas que necesiten depurar para crear un mundo en el cual todos podemas convivir.
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