Aunque no todos los que venden en las panaderías llegan a ser ciento por ciento integral, este evita el sufrir diabetes, obesidad y ayuda a la difestión.
El pan integral es una opción altamente consumida por los peruanos en el desayuno o lonche, sin embargo, el que se vende comúnmente en las panaderías no llega a serlo en su totalidad.
“Este está compuesto solamente de salvado de trigo y encima le echan afrecho”, indicó Bernita Álvarez, jefa del Servicio de Nutrición del INEN.
La diferencia radica en los insumos que se utilizan en su preparación y es fácil identificar cuando contiene los verdaderos ingredientes y esto lo logramos gracias al color, pues es más oscuro además de tener una contextura más dura y espesa.
El pan integral también brinda beneficios para la salud, en especial en pacientes que sufren de alguna enfermedad oncológica y ayuda a prevenir el cáncer de colon.
“El pan tiene cualidades muy importante y el INEN lo reconoce como un alimento preventivo para algunas enfermedades. Ayudan a reducir el colesterol y prevenir enfermedades cancerígenas”, precisó Pio Pantoja Soto, presidente de ASPAN.
Además, este tipo de pan, por su contenido de fibra, ayuda a la digestión, aporta vitaminas y minerales, disminuye el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad.
Esta mañana, el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) firmó un importante acuerdo con la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería (ASPAN) para incluir al pan integral en la dieta de los pacientes con cáncer.
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