Cuando los bebés lloran por enfado o miedo permanecen con los ojos abiertos, y los mantienen cerrados en el caso del dolor.
Un estudio de la Universidad de Murcia y la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), con una muestra de 20 bebés de entre 3 y 18 meses, desmostró que el patrón de llanto en estas edades es provocado por tres emociones: miedo, enfado y dolor.
Cuando un bebé llora, la actividad muscular de su rostro se caracteriza por una gran tensión en la frente, las cejas o los labios, la apertura de la boca y la elevación de las mejillas.
El llanto es una advertencia de una amenaza potencialmente grave para la salud o la supervivencia y requiere una respuesta más urgente por los cuidadores.
Es también la principal forma que tienen las criaturas de comunicarse con los adultos y exponer sus emociones negativas y, en la mayor parte de los casos, la única manera que tienen de expresarlas.
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