Dolencia se caracteriza por el color rojizo en la piel y la aparición de barritos.
La rosácea es una afección crónica de la piel aparentemente inofensiva que se caracteriza por el enrojecimiento de la cara, sin embargo, según estudios el 70% de las personas afectadas padecen de problemas psicológicos (baja autoestima y vergüenza) debido a la alteración de la apariencia del rostro, no solo por el color rojizo sino por el brote de barritos (granos rojos) y abultamientos con pus que se presentan.
Al respecto la Dra. Elba Naccha, dermatóloga del Centro Dermatológico Qapi Derm, dijo a RPP Noticias que esta afección, por lo general, se presenta en la zona de la nariz, mejillas, barbilla, frente y párpados como una inflamación (color rojizo) acompañada de vasos sanguíneos prominentes y barritos o abultamientos con pus, pero en algunos casos se extiende hasta el cuello y pecho e incluso puede afectar los ojos provocando los síntomas de una conjuntivitis (lagrimeo, irritación, etc).
Agregó que esta enfermedad, cuya causa se desconoce, no provoca graves problemas de salud más allá de lo estético, pero si requiere tratamiento por ser una afección que tiende a progresar; es así que inicialmente tiene como síntomas la inflamación y cuando avanza surgen los granitos con pus y luego las telangiectasias (vasos sanguíneos prominentes).
“También puede haber rinofima, especialmente en los varones, que es el engrosamiento de la piel de la nariz y exposición de los poros abiertos lo cual da apariencia de nariz deformada”, añadió tras precisar que esta enfermedad que requiere un tratamiento especial afecta a 45 millones de personas en el mundo.
Los factores de riesgo para su aparición son: ser mujer, tener piel clara y/o antecedentes de familiares con rosácea. Por lo general, la rosácea se da en personas entre 30 y 60 años de edad, pero también se presenta en adolescentes.
Hasta hace unos meses solo existía tratamiento para evitar los agravantes de la enfermedad (calos, exposición al sol, estrés, consumo de alcohol y ají, entre otros) y reducir las reagudizaciones, más no para tratar el enrojecimiento.Por ejemplo para evitar la inflamación de la piel por la exposición al sol se recomienda el uso de bloqueadores solares y para evitar los barritos se da antibióticos orales o cremas.
Sin embargo, ahora mediante el uso del láser NDYAG o luz pulsada es posible tratar el enrojecimiento y las telangiectasias (venitas) que produce. Con este tratamiento las venitas desaparecen o disminuyen enormemente al igual que el color rojizo de la piel.
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