Una investigación realizada con 40 presos de Estados Unidos, revela importantes diferencias con las personas no diagnosticadas como psicópatas.
Un estudio de la Universidad de Wisconsin, en Estados Unidos, asegura que el cerebro de una persona psicópata es distinto en estructura y función, por tanto, su comportamiento difiere mucho del normal o natural.
El estudio se realizó en una prisión donde se compararon los cerebros de 20 presos con diagnóstico de psicopatía con los cerebros de otros 20 presos que cometieron delitos similares, pero no fueron diagnosticados con esta enfermedad.
Los resultados arrojaron que los psicópatas muestran una reducción de las conexiones entre la corteza prefrontal ventromedial (CPFVM), la parte del cerebro responsable de sentimientos como la empatía y la culpa, y la amígdala, que interviene en el miedo y la ansiedad.
"Este es el primer estudio que muestra tanto diferencias estructurales, como funcionales, en los cerebros de personas con diagnóstico de psicopatía", afirma el profesor Michael Koenigs, autor del estudio.
Los resultados, que han sido publicados en la revista The Journal of Neuroscience, podrían ayudar a explicar el cruel e impulsivo comportamiento anti-social exhibido por algunos psicópatas.
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