Una nueva investigación indica que el dolor envía señales a las células para que reparen el daño que causa un infarto en el corazón.
El dolor que siente una persona al sufrir un infarto puede en realidad ser beneficioso, por lo que un medicamento para aliviar el dolor, como la morfina podría bloquear el proceso de recuperación, afirman científicos de la Universidad de Bristol, Inglaterra.
Se sabe que el dolor no sólo sirve para advertirnos que algo está mal, también puede echar a andar mecanismos en el organismo que ayuden a reparar el problema. La nueva investigación indica que el dolor envía señales a las células para que reparen el daño que causa un infarto en el corazón.
Según el estudio publicado en Circulation, la revista de la Asociación Estadounidense del Corazón, los fármacos analgésicos pueden bloquear esas señales, obstaculizando ese proceso de reparación.
"Este estudio, además de abrir nuevas e importantes avenidas para el desarrollo de tratamientos de reparación cardíaca, muestra el potencial papel que tiene el dolor en nuestra respuesta natural ante un infarto", señaló la doctora Hélène Wilson, de la Fundación Británica del Corazón, que ayudó a financiar el estudio, informó la BBC.
"Pero este descubrimiento presenta la posibilidad de que en el futuro podamos manejar el dolor de forma más efectiva durante un infarto y al mismo tiempo reducir al mínimo el daño que causa" agrega la experta.
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