Esta prueba ayuda a predecir la respuesta de un paciente a un antidepresivo incluso antes de iniciar el tratamiento, sugiere estudio.
Hasta ahora, para saber si un antidepresivo es realmente eficaz había que evaluar al paciente, pero ahora esto sería mucho más fácil gracias a un estudio publicado en la revista 'Science Signaling' que sugiere que un análisis de sangre detallado permite determinar si un antidepresivo está haciendo efecto o no.
Se trata de una prueba que detecta los cambios epigenéticos en la sangre ya que identifica la alteración en los niveles de determinadas proteínas.
Cabe recordar que la depresión y otros trastornos mentales relacionados con el estrés pueden desencadenar cambios epigenéticos, como la metilación del ADN, que influye en la expresión de los genes. Uno de ellos es el BNDF, el cual codifica el factor neurotrófico derivado del cerebro y regula los circuitos cerebrales implicados en el aprendizaje, la memoria y el estrés. Algunos antidepresivos revierten los cambios epigenéticos mediante el bloqueo de una enzima, DNMT1, responsable de la metilación del ADN.
Para entender mejor cómo funcionan los antidepresivos, el equipo de Theo Rein, del Instituto de Psiquiatría Max Planck de Munich (Alemania) analizó los efectos de un antidepresivo común, la paroxetina, en ratones y pacientes. Los investigadores se centraron en un dos proteínas, la FKBP51 y la FKBP51, las cuales influyen en la respuesta al estrés.
De esta manera, comprobaron que se produjeron cambios epigenéticos en la sangre, incluyendo en la expresión del gen BDNF. Además, vieron los mismos cambios de señalización y epigenéticos en las células procedentes de sangre de pacientes con trastorno depresivo mayor.
Y cuando trataron los cultivos celulares de los pacientes con paroxetina, los investigadores vieron que aquellos con células que redujeron la actividad DNMT1 y tenían una expresión elevada de BDNF en respuesta al fármaco, también mostraron mejores respuestas clínicas a los antidepresivos.
Con estos resultados, los científicos creen que utilizar los cultivos de células sanguíneas puede determinar si un antidepresivo será o no efectivo en un individo, lo que además serviría para personalizar el tratamiento y evitar los desagradables efectos secundarios de los medicamentos, sobre todo si son ineficaces.
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