El estudio muestra además que el consumo de gaseosas es mayor en hombres físicamente activos, de bajo nivel educativo, fumadores y con una mayor circunferencia de cintura.
El consumo diario de 336 mililitros de refresco azucarado, lo que equivale a aproximadamente una lata de gaseosa, aumenta hasta un 22 % el riesgo de padecer diabetes tipo 2, revela un estudio del Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn).
"Si alguien consideraba que un vaso o una lata al día era poco, estaba equivocado, el consumo ha de ser prácticamente excepcional", advierte la doctora Dora Romaguera, participante en el estudio.
Aunque este es el primer gran estudio europeo que analiza este riesgo, en Estados Unidos ya se habían realizado otros similares en los que se detectó un aumento del 25 % en el riesgo de padecer diabetes tipo 2 por cada bebida azucarada ingerida diariamente.
"El aumento del riesgo es similar al encontrado ahora", reconoce Romaguera, que precisa que "dado que las personas consumen cada vez más bebidas azucaradas en Europa, es necesario lanzar mensajes claros sobre sus efectos perjudiciales".
El estudio publicado en la revista Diabetology muestra además que el consumo de bebidas azucaradas es mayor en hombres físicamente activos, de bajo nivel educativo, fumadores y con una mayor circunferencia de cintura, con una alimentación relativamente pobre en fruta y verduras y rica en carnes rojas y procesadas.
En cuanto al zumo o néctar de frutas, no se registraron casos de una mayor incidencia de diabetes entre sus consumidores. No obstante, advierten los expertos, no se ha hecho distinción entre naturales y procesados, por lo que "sería necesario un estudio más específico en el que se diferenciara el consumo de ambos tipos y obtener resultados más exhaustivos".
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