La vacuna no tiene un efecto preventivo. Es terapéutica y su misión consiste en reforzar el sistema inmunológico del paciente.
El cáncer de pulmón está a un paso de poder catalogarse como enfermedad crónica gracias a la creación de una vacuna (Racotumomab) diseñada para aplicar cuando la enfermedad está en pleno desarrollo.
Según el portal ABC de España, de momento, la vacuna triplica el número de pacientes que viven dos años después de su aplicación. A principios de julio estará en el mercado.
"La vacuna no tiene un efecto preventivo. Es terapéutica y su misión consiste en reforzar el sistema inmunológico del paciente. Identifica los tumores que son eficientes para burlar el sistema inmune y los combate", afirma un equipo de científicos argentinos y cubanos es el responsable de este producto.
Los oncólogos aclaran que la "vacuna se aplica después de que el paciente se someta a los protocolos habituales". Esto es, después de recibir, como suele ser habitual, las sesiones de radio y de quimioterapia. Dicho esto, también se ha probado su efectividad con enfermos que no respondieron a esa línea de tratamiento.
En una primera etapa –detallan los doctores- se aplican cinco dosis cada quince días. Después, el paciente recibirá una al mes de por vida. La aplicación es subcutánea y no tiene efectos secundarios, matizan para aclarar que no hay dolores o trastornos posteriores.
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