"0 % de grasa corporal" ¿Perfección o extremismo?

Eleonora Dobrinina, una fisicoculturista rusa de 35 años, ha logrado que cada centímetro de su cuerpo destaque por su musculatura. A ella la conocen como la mujer con "0 % de grasa corporal".

El físico del que ahora alardea, lo consiguió a base de clases de aeróbicos e intensas rutinas de ejercicios en el gimnasio, según cuenta ella misma en la biografía de su página web. Pero su popularidad en las redes sociales está asociada también a la polémica: los internautas sospechan que hace apología a la vigorexia o dismorfia muscular.

De acuerdo al psiquiatra Hugo Lozada, la persona que cae en este trastorno obsesivo se ve a sí misma como una persona débil y disconforme con su aspecto. "Cuando se ven al espejo, ellos se ven debiluchos. Indudablemente hay gente que cuida su imagen, pero en este caso el ejercicio no es una práctica para sentirse energizado, sino que viven para eso y solo para eso. Pueden cursar con problemas depresivos".

La vigorexia también es conocida como la dismorfofobia muscular, el complejo de Adonis o anorexia invertida, y está asociada al uso de anabólicos. "En el tratamiento se pueden usar los antisicóticos, antidepresivos y ansiolíticos para calmar la angustia por la imagen distorsionada que ellos tienen de sí mismos. También sirven los grupos de autoayuda".

Eleonora ha ganado varias competencias de culturismo y anima a la gente a seguir su ejemplo, pues pasó de los 103 kilos a los 57.

¿Acaso ser cero grasa es más saludable? La nutricionista Sara Abu Sabbah explica que los deportistas que practican el fisicoculturismo pueden manejar menores niveles de grasa, pero hay un mínimo aceptable. "En el caso de la mujer un 11 % y los varones podrían tolerar hasta un 7 %, pero son márgenes muy delicados, de mucho cuidado. La masa muscular no es una garantía, porque probablemente ha habido ayuda de ciertas drogas y no porque el cuerpo ha logrado fabricar esta cantidad de músculo".

La grasa tiene múltiples funciones en el organismo del ser humano, en todos los grupos de edad. Por ejemplo: regula la temperatura del cuerpo, ayuda a producir hormonas que tienen que ver con el desarrollo de la sexualidad y la fertilidad.

"Si el cuerpo no tuviera grasa, uno puede llegar a la muerte. Sí se pueden alcanzar niveles mínimos de grasa y aumentar la masa muscular con estilos de vida muy controlados, con un médico, un nutricionista, incluso con un psicólogo o psiquiatra, porque la salud mental tiene que cuidarse".

Claves:

Buscar carnes magras (de corte delgado), y recurrir a grasa vegetales instauradas presentes en las almendras, nueces,  aceitunas, palta o el aceite de oliva. "Podemos consumir carne todos los días, una porción de 120 a 200 gramos entre una a dos veces al día, y hay que minimizar el uso de aceite en la cocina, porque tenemos excesos en las frituras", indica Abu Sabbah.