Es vital que el bebé recién nacido reciba el calostro, una vacuna natural ofrecida por la madre que los protegerá de por vida. El aumento de cesáreas selectivas inncesarias y el mercadeo de leches artificiales reduce su consumo.
Un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, en sus siglas en inglés) resalta la importancia de que el recién nacido consuma el calostro (llamada "la primera vacuna") durante su primera hora de vida y que le proporciona anticuerpos necesarios para afrontar este nuevo mundo. El calostro es un líquido espeso y amarillento que ofrece la primera lactancia de la madre.
Sin embargo, el aumento innecesario de cesáreas selectivas y el “mercadeo” de leches artificiales en los hospitales ha ocasionado que el decrecimiento en el consumo de este calostro a nivel mundial, alerta el Consejero Médico de RPP Noticias, Elmer Huerta en el programa "La Rotativa del Aire". “El calostro no es leche y no es parte de la lactancia materna, es un líquido que es una super vacuna”, comenta.
Luego de que el bebé permanece durante 9 meses en el vientre de la madre y nace, se encuentra en un mundo hostil, esa es la razón de llanto intenso. Frente a eso, el recién nacido necesita una super vacuna que lo proteja por el resto de su vida. A eso se le llama calostro y es necesario que el bebé lo consuma durante la primera hora del nacimiento.
EL CALOSTRO A NIVEL MUNDIAL
¿Qué porcentaje de bebés en el mundo son llevados a su madre, para que durante su primera hora de nacimiento, le de "esa super vacuna"? “En el mundo, 3 de cada 5 bebés, 78 millones de bebitos, no reciben la super vacuna en la primera hora de vida, la mayor parte en países pobres”, responde Huerta.
El recién nacido debe tomar el calostro en la primera hora de vida porque este líquido posee una gran cantidad de anticuerpos, proteínas y linfocitos que la madre acumuló a lo largo de su vida tras sanarse de todas las enfermedades que la aquejaron durante los años. Además, el consumir el calostro, incrementa la posibilidad de continuar con la lactancia materna.
“Los recién nacidos que tomaron el pecho entre dos y 23 horas después del nacimiento tienen un 33 por ciento más de posibilidades de morir”, se cita en la investigación de Unicef y la OMS.
En el caso peruano, existe una cobertura de hasta 65% de bebés que toman el calostro durante la primera hora de nacimiento, según el estudio global. “El Perú está a media tabla”, dice Huerta, al compararlo con los porcentajes de la región de África Oriental (entre 85%-88%) y Asia oriental y el Pacífico (32%).
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