La tenista sufrió de este mal el 2017, un día después de la cesárea que le aplicaron para dar a luz a su hija Olympia. Las mujeres embarazadas tienen hasta 10 veces mayor probabilidad de que esta afección les afecte, según información de la Sociedad Peruana de Cardiología.
Una de las mejores tenistas del mundo, Serena Williams (EE.UU.), contó en una entrevista a la revista Vogue que sufrió el año pasado una embolia pulmonar, posterior a la cesárea por su hija Olympia, que le dificultó su desempeño deportivo en la serie de torneos de tenis en que participó.
“Ha sido un placer y una alegría estar en la final, porque hace casi un año lo estuve pasando muy mal”, dijo en rueda de prensa a raíz de su buen resultado como subcampeona en el torneo de Wimbledon de este año. ¿Qué tan común es que una mujer embarazada sufra de esta anomalía?
RPP Noticias conversó con José Manuel Sosa, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología, quien nos explicó qué significa este mal estrechamente vinculado al sistema circulatorio sanguíneo. “Se produce por el desprendimiento de un coágulo que se ha formado generalmente en las venas de las piernas o en la región pélvica. Este desprendimiento cuando se dirige a los pulmones produce lo que conocemos como embolia pulmonar”, explica.
Sosa agrega que las mujeres en período de parto o posterior a este, como el caso de Williams, son particularmente vulnerables a la embolia pulmonar entre 5 a 10 veces más que el resto de la población.
La ginecóloga obstetra de la Clínica Ricardo Palma, Alida Oblitas, precisa que las mujeres embarazadas son propensas a esta anomalía porque durante el proceso de dar a la luz pueden sufrir de preeclampsia, que es el incremento de presión arterial, lo que incrementa el riesgo de embolia pulmonar.
El principal síntoma de la embolia pulmonar es la insuficiencia respiratoria aguda, es decir, la dificultad de respiración. Esa fue la sensación que sufrió Williams un día después de su embarazo, según escribe el periodista de la revista Vogue.
“No es tan frecuente, pero el posparto confiere una hipercoagulabilidad. Nace mi bebé y lo primero que debo hacer es movilizar a la paciente”, sostiene Oblitas.
Aparte de la preeclampsia y la hipercoagulabilidad, dice Oblitas, el hecho que Williams haya sufrido de otra embolia pulmonar en el 2011, la predispuso a que le suceda de nuevo. “Cualquier acto quirúrgico que genero inmovilidad de la paciente es un factor condicionante para que tenga una embolia pulmonar”, enfatiza Oblitas.
No existe una dieta o un tratamiento para prevenirlo, señala la ginecóloga obstetra, pero para disminuir los efectos dañinos se suministra a la paciente fármacos anticoagulantes, y, además, se le venda las piernas para favorecer la circulación sanguínea.
Comparte esta noticia