A nivel nacional un 7% de niños presentan bajo peso al nacer, lo que representa alrededor de 41 mil 700 nacidos en un año, según la Unicef.
El nacimiento de bebés con bajo peso condiciona la posibilidad de que se presenten problemas en el desarrollo del niño como anemia, trastornos neurológicos e infecciones respiratorias, afirman especialistas del Sisol.
El incremento de casos de embarazo adolescente sería el principal factor de riesgo para el nacimiento de bebés con un peso menor a los 2 kilos y medio, muchos de los cuales no llegan a sobrevivir por deficiencias respiratorias y dificultades para alimentarse.
“Estos bebes son muchos más pequeños, delgados, con un tejido adiposo escaso y su cabeza es más grande que el resto del cuerpo”, expresó la licenciada Carla Delgado Paredes, coordinadora de Enfermería del Centro Médico La Ensenada del Sisol.
Explicó que un recién nacido con estas características no tiene los pulmones desarrollados, por lo que respira con dificultad. Además, no va mantener la temperatura corporal de su cuerpo debido a que tiene poca grasa, y tiene dificultades para absorber los nutrientes.
La especialista precisó que a nivel nacional un 7% de niños presentan bajo peso al nacer, lo que representa alrededor de 41 mil 700 nacidos en un año, según la Unicef.
“En la adolescencia el riesgo de procrear niños con bajo peso es mayor porque la adolescente está creciendo y no termina de desarrollar”, manifestó.
Señaló que una forma de identificar estos problemas es a través del control prenatal, que permite monitorear el crecimiento del bebé desde el vientre de la madre. Igualmente, los controles de crecimiento y desarrollo, a partir de los 7 a 15 días de nacido, y al mes durante un año.
Asimismo, se recomienda el consumo de ácido fólico y hierro durante el embarazo, que desempeña una función primordial en la formación y funcionamiento del sistema nervioso del feto, e interviene en el desarrollo y la fabricación de los glóbulos rojos para evitar problemas de anemia.
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