Según especialista, esta condición es la causa más común de ceguera en personas de edad avanzada y debe ser tratado con cirugía.
Las cataratas son la causa más común de ceguera en personas de edad avanzada, padecimiento que requiere ser tratado mediante cirugía, informó el médico Pablo Soto Gastelum.
En un comunicado, el especialista del Centro de Investigación y Docencia en Ciencias de la Salud (CIDOCS) de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS) explicó que aunque este padecimiento está relacionado con el envejecimiento, puede surgir como consecuencia de una cirugía, golpes, diabetes, antecedentes genéticos, entre otras condiciones.
El experto precisó que los principales síntomas de este padecimiento pueden percibirse si la luz del sol o de una lámpara parece excesivamente deslumbrante o si durante la noche los colores se ven con menos brillo, además de tener vista borrosa, percepción doble y resplandor alrededor de las luces.
Esto, dijo, puede afectar tanto a uno como a ambos ojos, lo que puede generar ceguera total. De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), este padecimiento afecta a 33 % de la población mundial y es una de las principales causas de discapacidad visual en el mundo.
En México, según cifras del Consejo Nacional para la Prevención y el Tratamiento de las Enfermedades Visuales, se presenta en 50 % de personas con discapacidad visual.
Para detectar este padecimiento el experto recomendó realizarse un examen completo de ojos con las pupilas dilatadas mediante gotas, en donde el oftalmólogo examina de cerca la córnea, el iris, el cristalino y el espacio entre el iris y la córnea.
Posteriormente se examinan secciones detalladas del ojo para descartar otros posibles padecimientos. Soto Gastelum expresó que en el proceso de cirugía se extrae el cristalino nublado natural y se coloca un cristalino transparente artificial, mejor conocido como lente intraocular.
Finalmente, aclaró que la cirugía no restaura la visión perdida a causa de condiciones oculares como la degeneración macular, el glaucoma o la retinopatía diabética. EFE
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