Los adultos mayores de 60 años son considerados uno de los grupos más vulnerables frente a la COVID-19. En el Perú, más de 4 millones de personas de la tercera edad han sido sumadas a la primera fase de vacunación, una política de salud pública que es recomendada por los especialistas.
En Perú, el 7 de marzo se publicó la norma que incluía a los adultos mayores de 60 años en la primera fase de vacunación contra la COVID-19, junto al personal de salud de primera línea, Fuerzas Armadas y Policiales, entre otros. Una modificación que se dio “debido a su vulnerabilidad frente al coronavirus y a la importancia de su protección”.
El lunes 8 de marzo se inició la vacunación contra la COVID-19 de adultos mayores de 85 años, asegurados de EsSalud y otros que forman parte de albergues de la Beneficencia de Lima, entre otras. A junio se espera que los más de 4 millones de adultos mayores hayan recibido las dos dosis de la vacuna.
¿Por qué garantizar la vacunación de los adultos mayores de 60 años es una política de salud pública?
El médico epidemiólogo Manuel Loayza, docente de posgrado de la Universidad Norbert Wiener, resalta que las vacunas contra la COVID-19 son importantes, en especial para los adultos mayores, ya que “a medida que se envejece, su sistema inmunitario se debilita y puede resultarle más difícil combatir las infecciones”.
“Se vuelven más propensos a contagiarse enfermedades respiratorias como influenza y neumonía, que puede generar secuelas graves. Además, muchos adultos mayores padecen de enfermedades crónicas como diabetes mellitus e hipertensión arterial, que los hace más sensibles de contagiarse con el virus SARS CoV-2 y enfermarse gravemente por esta enfermedad, con alto riesgo de fallecer”, afirma.
El especialista resalta que además de las personas mayores, la vacunación es una herramienta importante en el control de la pandemia para todos los grupos etarios.
Añade que en un estudio realizado por el Instituto Nacional de Salud (INS) de seguimiento, de una corte de 236 personas se observó que un 22.4% fueron asintomáticas, pacientes que son los que contagian a los familiares, principalmente, durante las horas de ingesta de alimentos.
“Cuando se observa cómo se contagiaron los casos, el 76.9% de los hogares tuvo al menos un caso positivo y se determinó que a partir de un caso positivo, un 53% de los miembros del hogar se contagiaron. Los adultos mayores y las personas con factores de riesgo son los más propensos a contagiarse en el hogar y presentar cuadros severos de COVID-19 que pueden llevarlo a UCI y fallecer. Ahí, la vacunación permitirá disminuir la letalidad del paciente durante esta pandemia”, menciona.
GRUPO VULNERABLE FRENTE A LA COVID-19
La médica internista Denisse Champin Michelena, decana de la Facultad de Ciencias de la Salud de UTP, menciona que la vacunación contra la COVID-19 de los adultos mayores es una política de salud pública en el mundo.
“A nivel internacional se ha demostrado que las personas mayores de 60 años tienen mayor mortalidad frente a la infección por SARS CoV-2, por lo que este segmento poblacional requiere contar con la protección de una vacuna y asegurar de llegar a la totalidad del segmento”, sostiene.
La doctora Champín menciona que los criterios de designación de los grupos prioritarios, dentro del segmento de adultos mayores, se hace de acuerdo a la edad.
“En el Perú, según el INEI, existen más de 4 millones de personas mayores de 60 años, la idea es segmentar a este grupo e iniciar la vacunación por los de mayor edad, mayores 85 años en adelante en primer lugar y luego seguir con las personas 70 a 84 años y culminar con las personas de 60 a 69 años, por ejemplo”, dice.
El doctor Jorge Saravia, neumólogo de Clínica Internacional, menciona que por la naturaleza de la COVID-19, “es muy probable que casi todos se terminen infectando”, pero el virus va a actuar de forma diferente dependiendo del grupo poblacional: en algunos pasará casi desapercibido y en otros será más agresivo.
“La fortaleza de nuestro cuerpo va disminuyendo con el pasar de la edad, nuestro sistema inmunológico va disminuyendo. También por las comorbilidades que se presentan y que nos hacen más vulnerables”, menciona.
El especialista indica que la vulnerabilidad, en la medicina, está definida como la exposición continua al riesgo y “la susceptibilidad de la persona en tener problemas y daños de salud en forma desigual a otras personas”.
“Los criterios de vulnerabilidad que se han visto en pacientes con COVID-19 son personas mayores de 70 años, embarazadas, con comorbilidades como diabetes mellitus, insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal crónica, asma severa, con cáncer, con VIH. Todo eso se hace que sean mucho más vulnerables”, añade.
El doctor Saravia resalta que en las personas con vulnerabilidad frente a la COVID-19, entre ellas los adultos mayores, se deben extremar las medidas de seguridad.
“La vacuna tiene dos objetivos principalmente: que no desarrolle el virus dentro de ti y segundo, que si llegas a tener la enfermedad no desencadene en una forma severa o grave. Por eso es que es importante para tratar de protegerlos, ya que su sistema inmunológico está disminuido, su fortaleza física también y conviven con enfermedades como la diabetes, insuficiencia cardiaca, que pueden hacer mayor su vulnerabilidad”, explica.
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