El excesivo uso de un sistema de control en las empresas genera estrés y ansiedad en los trabajadores.
La tecnología ha cambiado nuestra forma de ver el mundo y ha traído consigo cambios en diversos ámbitos, incluso en el laboral. El monitoreo excesivo de los “ciudadanos” no parece muy lejos de la realidad. Es así que lo descrito por George Orwell en su famosa obra 1984 es parte de nuestro día a día. “El Gran Hermano”, como denominó el escritor inglés a esta suerte de “control desmedido”, se convertiría años más tarde en la base de reality shows.
Sin embargo, el “Gran Hermano” no solo se ve en esta suerte de realidad construida, sino también en una polémica política empresarial: monitorear y controlar los movimientos de los trabajadores dentro del espacio de trabajo. Para muchos, esta tendencia forma parte de una infiltración en la intimidad de los empleados; mientras que, para otros, esta directriz solo responde a la búsqueda del crecimiento del rendimiento laboral.
OccupEye. En enero de 2016, periodistas de The Telegraph denunciaron ser víctimas de violación de la intimidad por parte de sus empleadores. El diario The Independent, explica que los comunicadores denunciaron la presencia de un dispositivo, llamado OccupEye, debajo de sus mesas de trabajo, que brindaba información de sus movimientos.
El diario desmintió la acusación, mediante un memorándum, manifestando que la implementación del software solo buscaba establecer los tiempos de bajo rendimiento.
Esta situación, de sentirse monitoreado constantemente, lleva a los empleados a sentirse vigilados constantemente y vivir en un estado de estrés permanente. Las consecuencias de esta sobreexposición son la ansiedad y, en futuro próximo, la depresión, un trastorno que afecta a más de 1 millón 700 mil peruanos al año, según estadísticas del Instituto Nacional de Salud Mental Honorio Delgado- Hideyo Noguchi.
Depresión y ansiedad. El psiquiatra Humberto Castillo explica que las consecuencias de la depresión van desde el daño neuronal hasta la muerte a causa del suicidio. “Es definido como un trastorno del estado de ánimo y caracterizado por sentimientos de tristeza profunda e infelicidad”, comenta el especialista. Es así que, al estar frente a una situación de alerta constante, por verse expuesto a un control para “medir su rendimiento”, el trabajador genera síntomas de ansiedad.
No todo está perdido. “Esta enfermedad, diagnosticada a tiempo y con tratamiento farmacológico y psicoterapéutico, pude ser revertida”, dice Castillo.
No al exceso. En términos de ahorro de costos para la empresa, el uso de sistemas de control ayuda a entender el comportamiento de los empleados y, por ejemplo, disminuir el gasto innecesario de energía eléctrica cuando estos no estén presentes.
En entrevista con Infobae, Alejandro Melamed, director de Humanize Consulting, comenta que el despliegue de este software ayuda “a lograr los objetivos organizacionales, impulsando la innovación, la colaboración y el trabajo en equipo”.
En el Perú, la legislación aún no presenta dichos claros sobre el polémico asunto, caso contrario con otros países. Leyes de Estados Unidos otorgan a las empresas, la potestad de supervisar las acciones de sus empleados en el lugar de trabajo (excepto, el baño). Un tema que tiene que ser discutido en los foros congresales sobre derechos y trabajo.
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