Existen factores de riesgo modificables como nuestro estilo de vida, pero hay otros inalterables como la edad, el género y la herencia genética, explica Plinio Obregón, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología.
Al año, en el mundo, mueren más de 17 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, informó Plinio Obregón, presidente de la Sociedad Peruana de Cardiología. El infarto cardíaco, el derrame cerebral, la hemiplejia o la trombosis son algunos de estos males.
A raíz del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de setiembre, el cardiólogo dio detalles sobre ellas al programa radial Encedidos de RPP Noticias. Para empezar, indicó que las enfermedades cardiovasculares son aquellos trastornos al corazón que nos acompañan toda la vida ya que existen recién nacidos con cardiopatías congénitas.
Al cumplir los 30 años se presenta la amenaza de la hipertensión arterial, que es un factor de riesgo para la aparición de otras enfermedades cardíacas. Cuando se alcanza la adultez madura, entre los 40 a 45 años, la cardiopatía hipertensiva, el infarto cardíaco o los derrames cerebrales son nuevas enfermedades que puedan afectar a la persona.
El número de anomalías que afectan el corazón se debe a que este es el órgano "que trabaja 24 horas", comentó Elmer Huerta, Consejero Médico de RPP Noticias.
En algunos estudios, se adjudica como factor común la hipertensión. Sin embargo, con este diagnóstico el peruano se confía: se controla la presión y cree que está curado. No es así y Obregón advierte a los pacientes que actúan de esta manera.
Factores de riesgo: modificables y no modificables
“El factor modificable es el estilo de vida”, sostiene el doctor Elmer Huerta. Para disminuir la probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, se debe abandonar hábitos como fumar tabaco, consumir bebidas alcohólicas en exceso y alimentarse con productos procesados (altos en sal) como los embutidos.
RPP Noticias también se comunicó con Omar Villanueva, médico cardiólogo, quien sumó a los hábitos para cambiar el sedentarismo y estar en un ambiente en que la depresión y estrés no afecten a la persona.
En tanto, hay factores que no se pueden cambiar como la edad. Mientras más años tenga la persona, mayor probabilidad de enfermarse del corazón. A ello se suma la herencia genética (si en la familia hay hipertensos es peligroso) y el género.
“Es más peligroso ser una mujer diabética que un hombre diabético”, afirma Villanueva en el caso de las que padecieron preeclampsia, complicación durante el embarazo que se caracteriza por una presión arterial elevada. Puede aumentar hasta en cuatro veces el riesgo de desarrollar hipertensión crónica, luego de 14 a 16 años del embarazo.
"Cuando vienen los pacientes a tratarse, les digo que el 70% del tratamiento lo va a realizar usted, 30% lo hace la medicina y yo solo hago 10%”, indica el cardiólogo Plinio Obregón. Al final, es un tema de voluntad.
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