Antes de lanzarte a una rutina de ejercicio intenso, hay factores importantes que no puedes pasar por alto. No se trata solo de motivación o energía, sino de saber si tu cuerpo realmente está preparado. ¿Qué deberías considerar antes de exigirte al máximo físicamente?
Iniciar una rutina de ejercicios intensos, como correr una maratón o escalar una montaña, puede ser muy beneficioso para la salud, pero también implica ciertos riesgos si no se toman las precauciones adecuadas. Antes de lanzarse a este tipo de actividad física exigente, es fundamental tener en cuenta una serie de cuidados médicos y de preparación física que pueden marcar la diferencia entre una experiencia saludable y un evento potencialmente peligroso.
En primer lugar, el doctor Elmer Huerta, asesor médico de RPP, explica que existen dos tipos de personas que podrían considerar hacer ejercicio intenso: aquellas que ya están habituadas a la actividad física y aquellas que solo realizan ejercicio de forma esporádica. Las primeras, que acuden regularmente al gimnasio o participan en carreras, ya cuentan con una reserva física que les permitiría soportar el esfuerzo. Sin embargo, las segundas, que solo caminan ocasionalmente o hacen ejercicio de manera esporádica, deben extremar las precauciones antes de someterse a una exigencia física elevada.
Para quienes no están acostumbrados al ejercicio intenso, el especialista recomienda una evaluación médica exhaustiva antes de embarcarse en un reto de alto esfuerzo. Lo ideal es no improvisar ni aventurarse sin una preparación progresiva de varios meses. En estos casos, el sentido común debe prevalecer, y acudir al médico se vuelve un paso obligatorio para cuidar la salud y evitar complicaciones.
Una vez en la consulta, el médico realizará una evaluación básica que incluye preguntas sobre síntomas como fatiga al caminar o al subir escaleras, y también pruebas que evalúan la capacidad cardiovascular y respiratoria, la presión arterial y los niveles de colesterol. Esta revisión general permite determinar si la persona está en condiciones de realizar ejercicio intenso o si es necesario un tratamiento previo o mayor preparación física.
El Dr. Huerta advierte que saltarse esta etapa de evaluación puede tener consecuencias graves. Una persona no preparada podría sufrir problemas cardiovasculares durante el esfuerzo. En individuos mayores de 50 años, especialmente aquellos con un bloqueo coronario significativo, el riesgo de infarto cardíaco es real si se someten a una sobrecarga física sin control médico.
Asimismo, ciertas condiciones médicas preexistentes, como el asma, pueden agravarse seriamente al enfrentarse a este tipo de esfuerzo. También existen riesgos ocultos, como arritmias cardíacas provocadas por defectos eléctricos no diagnosticados en el corazón, que pueden causar una muerte súbita durante la actividad física intensa.
Dependiendo de lo que encuentre el médico en el chequeo inicial, podría recomendar una consulta adicional con un cardiólogo. Según el Dr. Huerta, algunas personas jóvenes sufren de cardiomiopatía, una enfermedad en la que el músculo cardíaco crece de manera anormal. Esta condición, si no se detecta a tiempo, puede desencadenar colapsos fatales durante el ejercicio.
Finalmente, Huerta pide tener cuidado con el consumo de bebidas energizantes antes de realizar ejercicio intenso, ya que la combinación de energizantes, calor extremo y esfuerzo físico elevado puede desencadenar una crisis cardíaca con consecuencias fatales. Por eso, es esencial tomar decisiones informadas y responsables antes de someter al cuerpo a actividades que, aunque beneficiosas, pueden ser peligrosas si no se manejan adecuadamente.
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