Datos confirman que las personas infectadas por el VIH que consiguen controlar bien la infección tienen el mismo índice de mortalidad que la población general.
Más de la mitad personas infectadas con el virus del sida y que están siendo tratadas con el tratamiento antirretroviral de gran actividad (TARGA) tiene la misma esperanza de vida que una persona que no está infectada por el VIH.
Los datos, publicados en AIDS, confirman que las personas infectadas por el VIH que consiguen controlar bien la infección con terapia antirretroviral y recuperar el sistema inmunitario tienen el mismo índice de mortalidad que la población general.
El trabajo, subraya que un buen control de la infección por VIH implica que el paciente responde bien al tratamiento antirretroviral y que tiene un nivel muy bajo del VIH en sangre y un funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Desde que en 1981 se detectaron los primeros casos de VIH, los tratamientos han evolucionado y mejorado: se han simplificado, son menos tóxicos y su efectividad es mayor, infoma abc.es.
Tras décadas de investigación, y aunque aún no se ha conseguido curar la infección por VIH, la terapia antirretroviral (TAR) ha demostrado tener un gran éxito y los diferentes medicamentos disponibles hoy han contribuido a aumentar tanto la esperanza como la calidad de vida de las personas infectadas por este virus.
Según este trabajo, en el que ha participado el Instituto de Investigación del Sida IrsiCaixa, alrededor del 60% de los pacientes del Hospital Germans Trias i Pujol, en Badalona, han conseguido recuperar o mantener el sistema inmunitario con el tratamiento y, por tanto, tienen el mismo índice de mortalidad que la población general.
“Es probable que gran parte del exceso de mortalidad asociada al VIH se podría prevenir con un diagnóstico precoz y el inicio de la terapia, junto con un buen seguimiento del paciente que permita una mejor adherencia al tratamiento”, concluye Bonaventura Clotet, del IrsiCaixa.
Sin embargo, Clotet puntualiza que este enfoque no es suficiente y recuerda que “siempre hay un grupo reducido de pacientes, entre un 10% y un 15%, que, pese a los esfuerzos, no conseguirán una buena recuperación de su sistema inmunitario. Estamos intentando desarrollar nuevas estrategias y para ello necesitamos más inversión en investigación, tanto básica como clínica”.
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