Después de los 40 años, las personas empiezan a perder entre el 1 % y 5 % de su masa muscular por cada año.
La sarcopenia o pérdida de masa muscular se asocia con la disminución de la fuerza física y energética, aumentando complicaciones graves de fatiga y otros problemas de salud, incluyendo el riesgo de caídas y fracturas, mayor riesgo de enfermedades e infecciones y una disminución de la capacidad para recuperarse de una cirugía, enfermedad o dolencia.
Según el doctor Roberto Salinas, geriatra de la clínica Anglo Americana, este fenómeno natural ocurre por una serie de cambios que se dan con el paso de los años, entre ellos, la escasa producción de hormonas sexuales y del crecimiento; todas ellas, protectoras del músculo.
"El sistema muscular no solamente cumple una función locomotora, sino también una función metabólica importante que afecta al organismo", indicó el galeno a RPP Noticias tras explicar que cuando se está enfermo, el cuerpo utiliza las proteínas almacenadas en los músculos para producir anticuerpos y combatir la infección, construir tejidos nuevos y mantener los órganos vitales en funcionamiento. Este proceso también reduce el volumen de la masa muscular.
Salinas estimó que después de los 40 años, las personas empiezan a perder entre el 1 % y 5 % de su masa muscular por cada año. Haciendo una proyección, cualquier adulto mayor de 80 años puede perder la mitad o hasta dos tercios del volumen de sus músculos.
La sarcopenia puede ocasionar incapacidad y posteriormente inmovilidad, esta condición provoca la aceleración en el proceso de la sarcopenia. Se estima que un adulto mayor pierde el 10% de su masa muscular por cada diez días que guarda reposo en cama.
Recientemente se ha descubierto que la sarcopenia tiene relación también con la obesidad. En muchos casos ambos problemas coexisten y hasta hay un mal que se llama obesidad sarcopénica. “En la sarcopenia, el músculo se encuentra infiltrado o es reemplazado por grasa”, agregó Salinas.
La prevalencia de este fenómeno es mayor en mujeres que en hombres. Ello debido a que la masa muscular adquirida por la mujer durante el desarrollo es menor que en un varón.
De sarcopenia sufriremos todos, lo ideal es retrasar su proceso a través de los ejercicios aeróbicos y de resistencia; además del consumo de vitamina D y proteínas presentes en alimentos como el pescado, los huevos, la leche y los frutos secos. "Lo ideal es seguir estas recomendaciones a partir de los 30 años", finalizó el geriatra.
Comparte esta noticia