Estudio indica que los traumatismos obstétricos tienen una incidencia estimada de 6 a 8 casos por cada mil partos.
Un estudio del Hospital Infantil Universitario Gregorio Marañon de España, señala que los traumatismos obstétricos tienen una incidencia estimada de 6 a 8 casos por cada mil partos, indica el sitio 20minutos.com
Para los especialistas, estos traumatismos se deben a "la mecánica del feto" tras pasar por el canal del parto, o por la tracción y presión producidas por las maniobras obstétricas que se deben realizar durante el parto.
Es por ello que la fragilidad del cuerpo del bebé lo hace vulnerable durante el momento de su nacimiento a cierto tipo de lesiones o traumatismos.
Según el estudio las lesiones más frecuentes son las siguientes:
- Fractura de clavícula: esta lesión por lo general no requiere tratamiento posterior. Los especialistas recomiendan especial atención y cuidado con el bebé al cambiarlo de posición para evitar dolores.
- Cefalohematoma: es en una inflamación por debajo del cuero cabelludo. Se soluciona por lo general de forma espontánea en uno o dos meses.
- Parálisis braquial: se debe a una lesión en los nervios del plexo braquial, que provoca pérdida de movimiento o debilidad en las extremidades superiores.
- Parálisis facial: la presión intrauterina puede ocasionar un daño en alguno de los nervios faciales durante el parto. Si no se rompe el nervio, esta lesión se resuelve por sí misma en un periodo de dos a tres semanas.
Los factores de riesgo más frecuentes son:
- Sobrepeso en el nacimiento: el parto de los bebés con peso superior a 3,4 kilos es por lo general más prolongado, con mayor compresión en la pelvis, por lo que necesita de maniobras de tracción.
- Tipo de parto: los partos prolongados, con una presentación anormal o mal posición fetal, así como los partos que requieren del uso de instrumental, son los más susceptibles de provocar lesiones obstétricas.
- Necesidad de reanimación: si se ha registrado sufrimiento fetal durante el parto, en algunos casos, es necesario realizar maniobras obstétricas más enérgicas de lo habitual o maniobras de reanimación.
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