Los expertos lograron hacer un mapa de la ubicación de estos sentimientos y de cómo se relacionan el uno con el otro.
Una nueva investigación estudió en qué parte del cerebro se ubican el amor y el deseo sexual. Los expertos lograron hacer un mapa de la ubicación de estos sentimientos y de cómo se relacionan el uno con el otro.
″El amor es en realidad un hábito que se forma a partir del deseo sexual, cuando el deseo es recompensado. Funciona en el cerebro de la misma manera que cuando las personas se hacen adictas a las drogas″, afirma el psicólogo Jim Pfaus, de la Universidad de Concordia (Estados Unidos).
El experto analizó 20 estudios que examinaban la actividad cerebral cuando los voluntarios hacían actividades como mirar películas eróticas u observar fotos de las personas que amaban. Al compilar esta información armaron un mapa del amor y el deseo en el cerebro, y encontraron que dos estructuras están especialmente involucradas: la ínsula y el núcleo estriado.
Pfaus subraya que estas dos estructuras procesan el pasaje del deseo sexual al amor. Ambos sentimientos activan áreas diferentes del cuerpo estriado. La zona activada por el deseo sexual se pone en marcha habitualmente frente a estímulos que causan placer, como el sexo o la comida.
La parte que activa el amor tiene que ver con el proceso de condicionamiento que da valor a las cosas que generan recompensa o placer.
Dicho de otra forma, el cuerpo estriado cambia la región donde procesa al deseo sexual a medida que se transforma en amor, informó neomundo.com.ar.
″Ninguna investigación previa había relacionado estos patrones de activación. No sabíamos qué esperar. Resulta que el amor y el deseo activan áreas específicas pero relacionadas en el cerebro″, afirma Pfaus.
Pfaus subraya que, por como procesa el cerebro los sentimientos, el amor es un hábito. Considera que este hábito es positivo porque activa vías cerebrales relacionadas a la monogamia y la formación de la pareja.
″Mientras que el deseo sexual tiene un objetivo muy específico, el amor es más abstracto y complejo, y depende menos de la presencia física del otro″, explica el experto
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