Si celebrarás el Día del Trabajo con un buen descanso, tienes que saber que algunos excesos causarán un mayor esfuerzo en algunos de tus órganos.
Las ojeras y los bostezos delatan tu cansancio, así que un feriado que empalme con tu fin de semana es una buena forma de romper con la rutina y hallar descanso. Sin embargo, fisiológicamente tu organismo seguirá trabajando y quizá haga más esfuerzo del que pensabas.
Siempre es saludable hacer una pausa si tu semana está cargada de la misma actividad, sea esta de corte laboral o académica. Recuerda que el cerebro nunca para de trabajar.
"El lóbulo prefrontal es importante porque permite continuar con nuestras actividades y luego regresas renovado y con ideas innovadoras para el trabajo que dejaste por hacer la pausa", comenta Nilton Custodio Capuñay, neurólogo del Instituto Peruano de Neurociencias (IPN).
Además, continuamente estamos programando nuestro cerebro. Eso explica que incluso en el feriado o las vacaciones, sigas despertando por la mañana como si fuese un horario habitual de trabajo.
"Todos tienen rutinas de lunes a viernes y de sábados a domingos. Un feriado rompe incluso la rutina del fin de semana, porque la diversificación de las actividades ayudan a la mente", explica el psiquiatra Humberto Castillo, ex jefe del Instituto Nacional de Salud Mental (INSM).
Estas 'pausas de libertad' son saludables para aliviar cuadros de estrés prolongados, agotamiento mental y emocional, debido a la carga laboral; el llamado síndrome de Burnout o síndrome del trabajador quemado.
En feriado, el sistema digestivo también tiene un trabajo adicional. "Del clásico almuerzo se pasa al desarreglo y al cambio en el estilo de la alimentación, como los buffets, comidas más copiosas, bebidas gaseosas o alcohol", señala la nutricionista Sara Abu Sabbah.
Y es que en los días libres se suele optar por las comidas más pesadas y de difícil digestión. Por ejemplo: cualquier tipo de carne con alto contenido graso, como el chicharrón; preparaciones con gran combinaciones de alimentos, como el seco de cordero acompañado de frejoles y arroz; los platos o preparaciones que tienen varias cremas y salsas; o los postres y pasteles que acompañan platos de fondo contundentes.
La nutricionista dice que ante un almuerzo abundante, la cena debe ser ligera, con un mínimo de dos horas para hacer digestión y para no perturbar el sueño. "La primera ingesta al día siguiente debe ser muy ligera, como una infusión, tostadas con mermelada, yogurt y fruta".
Y si al celebrar el Día del Trabajo te pasas de copas, tu hígado será el que más padezca. "Es capaz de metabolizar nueve gramos de alcohol por hora, eso representa un vaso de algún tipo de bebida alcohólica”, explica Abu Sabbah.
"No quiere decir que cada hora debo tomar un vaso, uno debe oscilar en un día entre 2 y 3 vasos como máximo, pero no debería tomarse todo dentro de una misma hora, porque si no se va a tener el efecto nocivo del alcohol", aclara la experta.
Para desintoxicar el hígado, lo ideal es seguir una dieta blanda y suave. Dale un descanso, él también se lo merece.
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