Una mejor digestión, el alivio de la acidez estomacal y hasta perder peso son algunas de las ventajas que te trae caminar luego de comer.
¿Quién no sintió unas terribles ganas de dormir luego de comer? Es una sensación de sopor entremezclada con cansancio. Según el jefe del Instituto de Enfermedades Digestivas de la Clínica Internacional, el gastroenterólogo, Pedro Larrea, explica que esta sensación se debe a la sobreactividad digestiva luego de comer, que resta circulación sanguínea a otros órganos.
“Luego de almorzar, es decir, después de que los alimentos terminan la ruta desde la boca, pasan por el esófago y el estómago para llegar al intestino delgado, aumenta una irrigación de sangre en la actividad digestiva. De esta forma se disminuye la sangre que utiliza normalmente el riñón o el cerebro. Por eso la sensación de sueño”, explica.
Para poder contrarrestar ese tipo de somnolencia existen varias prácticas que se aconsejan entre las que encontramos la siesta y la caminata como las más populares.
El gastroenterólogo Pedro Larrea señala que la siesta no es una buena opción porque biológicamente lo que ocasiona en el cuerpo es aún un menor flujo sanguíneo, que reduce aún más la circulación necesaria para el metabolismo. Sin embargo, la caminata sí es la gran alternativa.
“Una caminata que dure entre 10 a 15 minutos aumenta la frecuencia cardíaca y de esta forma se irriga más sangre a aquellos órganos que están debilitados como el cerebro”, sostiene Larrea. Pero estos no son los únicos beneficios de una caminata luego de almorzar.
Según una investigación científica elaborada por investigadores de la Universidad George Washington (EE.UU.), caminar luego del almuerzo reduce los niveles de glucosa en la sangre, el cual se eleva entre 30 a 60 minutos luego de ingerir los alimentos.
Otro beneficio de la caminata podría ser el de perder peso, siempre y cuando la caminata dure media hora, de acuerdo con un estudio publicado en la Librería Nacional de Medicina del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y que fue elaborado en la Clínica Yasuyo Hijikata de Osaka (Japón).
Una ventaja extra es que la caminata, que sea a un ritmo de 4Km/h, mejora y acelera la digestión, según investigadores alemanes. El tiempo de la digestión incluso se reduce de 123 a 107 minutos, según el estudio. Una última ventaja es que también la caminata ayuda a reducir el flujo y la acidez estomacal, según otra investigación publicada en Wiley Online Library.
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