La música guarda una relación directa con las emociones y la conducta. Estudio halló que las melodías felices crean las condiciones para ser creativos o manipulables.
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Música
La música en general guarda una relación directa con las emociones y la conducta, es capaz de activar comportamientos que caracterizan a nuestra personalidad. Pero, aquellas de corte alegre tienen una doble forma de impactar en los seres humanos.
Un estudio de la Universidad Radboud, de los Países Bajos, y Sam Ferguson de la Universidad de Tecnología Sydney, Australia, encontró que la música alegre permite ser más innovadores, porque ayuda a ser más flexibles de pensamiento.
De 155 participantes, sometidos a música feliz, triste y angustiosa, el grupo expuesto a melodías alegres, demostró ser más creativo y proporcionó soluciones más útiles, que quienes estaban en silencio.
El médico psiquiatra Humberto Castillo, director del Centro de Investigación y Desarrollo en Salud Mental de la Universidad Peruana Cayetano Heredia, explica que no es la música alegre en sí misma la que puede hacernos más creativos, pero sí nos predispone a eso. "El sentimiento de poder, seguridad, confianza y entusiasmo crea las condiciones para ser creativos; si estás temeroso y desganado, no pasa nada".
Y es que la música alegre tiene la capacidad de reducir la angustia y el temor que -por lo general- frena nuestro entusiasmo.
Hay otro extremo que puede ser peligroso, pero resulta ventajoso en los negocios, en la política o en temas de cultura. Es una herramienta para manipular a la gente.
"Cuando una música induce a la alegría, uno está más dispuesto a compartir, no critica, acepta, tolera al otro. Induce a conductas", señala Castillo.
Ejemplos
Para muchos, “I feel good”, de James Brown, es una canción que por inercia provoca un estado de excitación y felicidad. Su ritmo, melodía y letra, aceleran el corazón y entusiasman. Pero otras canciones, como las de Navidad, expuestas en los centros comerciales son una estrategia de marketing, ya que crean la atmósfera perfecta para ir a hacer compras grupales o en familia.
En otras situaciones - dice Castillo- los estados emocionales son menos intensos o explícitos, pero están latentes. Por ejemplo, estar enojado por el tráfico o porque no lo atendieron oportunamente, motiva a luchar por alguna causa y liberar la rabia contenida del momento.
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