Extenuantes jornadas de trabajo y una vida llena de compromisos pueden dejar a los padres sin tiempo suficiente para la crianza de sus hijos. Organizarse y disfrutar los pequeños momentos es parte de la solución.
Más del 70% de padres asegura no tener tiempo suficiente para pasar con sus hijos, según un estudio sobre familia y crianza realizado por la firma española Edenred.
La vida acelerada, las agendas repletas de compromisos y la necesidad de mantenerse muy activo en el trabajo son solo algunos factores que juegan en contra al momento de querer estrechar lazos con los más chicos.
Para la directora del portal Guiainfantil.com, Vilma Medina, “conciliar el trabajo e hijos no es fácil, pero cuando se está en casa, ellos deben ser la prioridad”. Dejar el trabajo en la oficina y compartir momentos de calidad con la familia no necesariamente debe demandar una gran planificación, sino la voluntad de los padres de mantener un contacto con sus hijos y ser centrales en su formación.
La psicóloga infantil Gloria Mercedes Izaza da algunos consejos al respecto:
-Sacar provecho a las primeras horas del día. Las mañanas pueden tener pequeños momentos de contacto y conversación en el desayuno. Se pueden comentar las actividades a realizar durante el día.
-Salir de casa. Es importante compartir momentos al aire libre para practicar actividades físicas, como deportes o pasear a la mascota del hogar. Se estrechan lazos y se puede educar en el valor de la competencia y el trabajo en equipo.
-Quedarse en casa. Si trabajas los fines de semana, durante la semana puedes programar actividades recreativas con los hijos, como la preparación de un postre, o una noche de juegos de mesa, o el domingo de películas. El hogar también puede ser divertido y promovedor de unión familiar.
-Factor sonrisa. Crea una cultura de buen humor y risas libres en el hogar. Esto hará más llevaderas las relaciones con tus hijos y no hay nada más enriquecedor que reírse en familia para liberar tensiones. Eso sí, todo dentro del margen del respeto.
-Rituales familiares. Instaura actividades familiares anuales o mensuales que sean ineludibles y que generen una costumbre positiva en tus hijos, como vacaciones, celebraciones por algún aniversario o visitas a los abuelos en otra ciudad.
Te darás cuenta que, aunque poco, el tiempo invertido con tus hijos tendrá calidad expresada en buenos momentos, buenos recuerdos y lazos fortalecidos, que servirán a los más chicos en su etapa de adultez.
Comparte esta noticia