¿No tienes mucho capital? Ese no es un impedimento para emprender. La clave es tener una idea acertada y las capacidades para llevarla a cabo.
La clave de un emprendimiento exitoso no es el capital, sino tener una idea de negocio acertada y el talento necesario para ponerla en marcha. Si la idea es buena y está bien ejecutada, el dinero llegará de diversas vías: el sistema financiero te podrá ofrecer financiamiento, o podrías conseguir un socio que aporte el capital necesario para seguir mejorando tu negocio.
En cualquier caso, la clave es la ejecución. Si no tienes mucho dinero para montar tu negocio, tu principal capital será tu propio talento. Todos somos buenos para algo ¿Para qué eres bueno tú? Estas propuestas de negocios parten de esa premisa. Tómalas como ejemplo.
1. Delivery de comida. ¿Sabes cocinar? No tienes que poner un restaurante, basta con la cocina de tu propia casa. Busca potenciales clientes en las inmediaciones de tu barrio: edificios de oficinas, por ejemplo, y prepara una oferta de menú variado que puedes llevar a la hora del almuerzo. Piensa en alternativas: platos light o para vegetarianos, por ejemplo. Y no falles en las entregas. El resto es tu sazón.
2. Paseador de mascotas. Las personas que tienen mascotas están cada vez más preocupadas por el bienestar de sus engreídos. Sin embargo, muchas veces no tienen tiempo para dedicarles. Ahí es donde entras tú: si amas a los animales y te gusta caminar, puedes hacer de pasear a las mascotas de otros un trabajo remunerado. Procura nada más tener los implementos (bolsas, una pala) para recoger las excretas de los animales.
3. Limpieza de viviendas. En este negocio las claves son dos: ser minucioso y generar confianza en tus clientes, lo que se traducirá en recomendaciones y nuevos clientes. Es decir: tu buena reputación es tu único capital. Si la mantienes y la haces crecer, siempre tendrás demanda.
4. Administración de redes sociales. Tener presencia en internet es una necesidad para las empresas de todos los tamaños, incluso las más pequeñas, que no tienen recursos para contratar a un community manager a tiempo completo o a una gran agencia. Si sabes de marketing digital, puedes ofrecer tus servicios a pequeñas empresas de diversos sectores, con tarifas competitivas.
5. Venta de manualidades y artículos de segunda. El DIY (‘do it yourself’) es una tendencia en alza. Si tienes alguna sensibilidad y habilidad artística, crea piezas únicas y ponlas a la venta. Puedes usar tus propias redes sociales o buscar un puesto en alguna feria de fin de semana. Lo mismo aplica para revender artículos de segunda mano. ¿Tienes buen gusto, un cierto olfato para detectar qué cosas pueden ponerse de moda? Entonces revisa en las casas de tus amigos y familiares. Seguramente encontrarás objetos a los que ellos no les prestan atención, pero podrían tener una nueva vida.
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