Un nuevo informe sobre los datos que recopiló la sonda hace más de 20 años sostienen que el satélite contaba con géiseres.
Un nuevo análisis de las mediciones realizadas en 1997 por la nave espacial Galileo de la NASA en la capa helada de Europa, una de las lunas de Júpiter, reveló que podría tener capacidad de albergar vida.
La investigación sostiene que Galileo, un satélite que investigó a Júpiter y sus lunas durante casi 14 años, voló a través de una enorme pluma de vapor de agua que salió de la superficie helada de Europa en forma de géiser y alcanzó una altura de cientos de kilómetros.
Este estudio de la Universidad de Michigan fue publicado por la revista Nature y parece confirmar una idea que surgió de las observaciones del Telescopio Espacial Hubble en 2012. Xianzhe Jia, líder de la investigación dijo que los datos siempre estuvieron ahí, pero que la tecnología de la época no permitió dar sentido a las observaciones.
Investigación
El equipo encargado de la misión de Galileo en 1997 no sospechó que el satélite hubiera traspasado una pluma de vapor de agua salida de la luna helada, cuando la sonda volaba a unos 200 kilómetros sobre la superficie de Europa.
Sin embargo, basándose en lo que los científicos aprendieron al explorar las plumas en Encélado, una de las lunas de Saturno, y después de realizar varios estudios en tres dimensiones, concluyeron que en Europa también ocurre este tipo de movimientos superficiales.
“Si podemos tomar muestras directamente del interior de Europa, podremos ver con mayor claridad si tiene los ingredientes para la vida”, dijo Robert Pappalarfo, científico de la misión Europa Clipper de la NASA que podría lanzarse en junio de 2022.
Nuevas oportunidades
El hallazgo representa una buena noticia para el proyecto Europa Clipper, que se encargará de recorrer este satélite a bajas latitudes.
Si las plumas arrojan vapor desde el océano helado de Europa, la misión podría tomar muestras del líquido y partículas de polvo congelado para verificar la teoría anunciada hoy.
Las aguas ocultas de Europa se han convertido en un objetivo principal en la búsqueda de vida extraterrestre, y enviar una nave espacial para tomar una muestra de ese tipo de géiser podría ser la forma "más práctica" de verificarlo, indicaron los científicos.
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