Pese al “desastre”, esta prueba se ha considerado como exitosa en las ambiciones de la empresa espacial.
Este miércoles, SpaceX realizó un gran paso para sus ambiciones hacia otros planetas y logró hacer despegar al prototipo SN8 del cohete Starship, vehículo que espera llevar a Marte a los humanos. Al final de la prueba, la nave explotó y, pese a lo que piensan muchos, esto no es un fracaso.
Elon Musk, CEO de la empresa, tuiteó con gran entusiasmo “¡Marte, aquí vamos!” luego del espectacular momento y es porque la prueba ha sido más que positiva.
"La presión del tanque del cabezal de combustible fue baja durante la quema de aterrizaje, lo que provocó que la velocidad de toma de contacto fuera alta y [desmontaje rápido no programado], ¡pero obtuvimos todos los datos que necesitábamos!, escribió al momento de explicar por qué explotó el cohete al tocar el suelo.
Y, afortunadamente, SpaceX captó el evento con gran detalle. Un ángulo de cámara destacado en particular muestra el enorme cohete de 50 metros cayendo en picado hacia la Tierra mientras usa su vientre para ralentizar su descenso, antes de ser envuelto por completo en llamas.
Antes de iniciar la prueba, Musk había anunciado que solo había un 33% de éxito en la misión total.
En muchos sentidos, la prueba fue un éxito rotundo, con la estructura lanzándose hacia el aire sin esfuerzo, volteándose de lado y controlando su descenso utilizando sus flaps (o alas) aerodinámicos.
"¡Ascenso exitoso, cambio a tanques de cabecera y control preciso de los flaps hasta el punto de aterrizaje!", recalcó.
La explosión no es demasiado problema para la compañía, ya que cuentan con varios prototipos que aprenderán de los errores del lanzamiento de esta nave: los SN9 y SN10. Cada uno de ellos acercará más a SpaceX hacia el modelo final del Starship.
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