La Administración Federal de Aviación (FAA) de EE. UU. fue demandada por ONGs dedicadas al patrimonio ambiental y cultural por la explosión del cohete Starship.
El vuelo fallido de Starship, el cohete de SpaceX, le ha valido a la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos una demanda por parte de ONGs dedicadas al cuidado del patrimonio.
Para estas entidades, la agencia violó la Ley de Política Ambiental Nacional cuando permitió que SpaceX lanzara el cohete más grande jamás construido desde sus instalaciones en Boca Chica, Texas, sin una revisión ambiental exhaustiva.
El caso
La demanda contra la FAA fue presentada en un tribunal de distrito en Washington, DC, por cinco demandantes: The Center for Biological Diversity, American Bird Conservancy, SurfRider Foundation, Save Rio Grande Valley y una organización de patrimonio cultural, Carrizo-Comecrudo Nation. de Texas
Los grupos argumentan que la agencia debería haber realizado una declaración de impacto ambiental (EIS) en profundidad antes de permitir que SpaceX siguiera adelante con sus planes del vuelo de Starship.
Los demandantes argumentan que la agencia renunció a la necesidad de un análisis más exhaustivo basado en las “mitigaciones ambientales” propuestas.
Los demandantes también buscan obligar a la FAA a revocar la licencia de lanzamiento que emitieron previamente a SpaceX y exigir un EIS antes de emitir otro.
Hasta el miércoles pasado, los investigadores del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE. UU. no habían encontrado cadáveres de animales protegidos por la Ley de Especies en Peligro de Extinción en las tierras que poseen o administran en el área. Sin embargo, los investigadores no pudieron acceder al sitio durante dos días después del lanzamiento, lo que deja abierta la posibilidad de que los depredadores se hayan comido los cadáveres, los hayan arrastrado o incluso los hayan sacado del sitio.
Lo único registrado fue un incendio en un Parque Nacional en Texas.
SpaceX se defiende
A pesar de los escombros y el fuego, el CEO de SpaceX, Elon Musk, dijo este fin de semana en Twitter Spaces que “no ha habido ningún daño significativo al medio ambiente que sepamos”.
Para el magnate, existe una posibilidad de intentar volver a volar “entre 6 a 8 semanas”.
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