Tras la implementación de una red de 700 satélites, el sistema de comunicaciones Starlink iniciará pruebas públicas de conectividad y anunciará una primera beta pública en las próximas semanas.
Si hay algo que requiere un impulso serio, es la Internet satelital. Con varios proyectos a medias, y con costos elevados, un jugador importante podría determinar un diferencial de peso en el sector de telecomunicaciones y proponer un modelo eficiente. Starlink, la empresa de consumación satelital de Elon Musk, ya afina detalles para su primera beta pública, tras haber concluido las pruebas cerradas con éxito.
De acuerdo con una publicación de Musk en Twitter tras el lanzamiento de 60 satélites más al espacio, las primeras pruebas públicas abarcarán Estados Unidos y Canadá, pero se extenderán a otros países siempre que se aprueben ciertas regulaciones:
Starlink apunta a brindar un servicio global de conexión a Internet con una latencia menor a 20 ms, incluyendo zonas rurales. Este objetivo aún está lejos de concretarse, pero la actual red de 70 módulos satelitales comienza a brindar Internet en las pruebas cerradas, con una velocidad promedio de descarga entre 11 y 60mbps, mientras se complementa con una subida de 5 a 18mbps. Actualmente, el servicio de Starlink es usado de manera gratuita en Washington por entidades gubernamentales para el control de incendios forestales.
De acuerdo con Jonathan McDowell, astrofísico consultado por Ars Technica, el último grupo de 60 satélites enviados al espacio por SpaceX tendrá un proceso escalonado de activación con cada 20 dispositivos. "El primer grupo alcanzaría la altura objetivo en unos 45 días; el segundo y el tercero después de 90 y 135 días aproximadamente", proyectando finalmente una activación completa para febrero de 2021.
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