Durante una caminata espacial, dos cosmonautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) encontraron gotas de refrigerante tóxico. A ellos se le ordenó evacuar el área inmediatamente.
Los cosmonautas Oleg Kononenko y Nikolai Chub tuvieron que terminar con su caminata fuera de la Estación Espacial Internacional (ISS) luego de encontrar una gota tóxica cuando intentaban inspeccionar la fuga de refrigerante en la nave.
Esta gota, que en realidad era acumulación de amoniaco, contaminó sus ataduras, por lo que tuvo que evacuar la zona y poner en cuarentena su indumentaria.
El problema
Oleg Kononenko y Nikolai Chub sabían de la fuga, que debía ser monitoreada.
La NASA lo descubrió hace unas dos semanas en el refrigerador de respaldo del llamado módulo Nauka de la agencia espacial rusa Roscosmos, que se utiliza con fines de investigación.
Durante su paseo espacial, los cosmonautas debían desconectar el área de su suministro de amoniaco. Allí se dieron cuenta de la existencia de pequeños agujeros en la superficie de las placas del refrigerador.
"Los agujeros tienen bordes muy uniformes, como si hubieran sido perforados", dijo Kononenko por radio a los controladores de vuelo que trabajan en el Control de Misión de Moscú. "Hay muchos de ellos. Se distribuyen de forma caótica".
El mismo cosmonauta descubrió la gran gota, que era una acumulación de amoníaco. Probablemente esta se había agitado cuando las válvulas estaban cerradas y se habían atascado en un lugar.
Sabiendo de antemano que podrían entrar en contacto con el refrigerante, los científicos estaban preparados con pañuelos y paños para limpiar sus trajes espaciales y herramientas para no traer material tóxico de regreso al interior de la estación espacial.
La atadura contrajo burbujas de refrigerante, e incluso esta llegó al visor de Oleg.
Tercera fuga
Esta es la tercera vez que se produce una fuga de hardware ruso conectado al ISS.
En diciembre de 2022, los equipos terrestres observaron una fuente de partículas derramándose de una nave espacial Soyuz atracada a la nave. En ese momento, Rusia atribuyó la primera fuga a un impacto de micrometeorito en la nave espacial.
El carguero ruso Progress 823 también perdió refrigerantes en febrero, bajo la misma excusa de impactos externos.
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