"El Resplandor" se reestrenó: ¿Qué nos horroriza en el clásico de Stanley Kubrick tras 42 años?

Octubre es, además del mes de la música criolla, el de Halloween. Por eso, la cartelera peruana le dio la bienvenida a esta temporada de brujas y fantasmas con el reestreno de "El Resplandor", la única película de terror que filmó Stanley Kubrick hace más de cuatro décadas y está basada en el libro homónimo de Stephen King.

Los espectadores podrán revivir el terror que infunde Jack Torrance, ese escritor desquiciado que se hospeda como vigilante en el Hotel Overlook junto a su esposa Wendy y su hijo Danny durante un invierno despiadado. En 42 años, siguen poniendo los pelos de punta aquellas imágenes que Kubrick legó a la cultura de masas: las gemelas en el corredor, el torrente de sangre que sale del ascensor, el grito de Torrance y su hacha.

Aunque, como señaló el crítico de cine Renato León a RPP Noticias, también valdría destacar su extraordinaria banda sonora, compuesta en parte por Wendy Carlos y Rachel Elkind. Conocido por insertar piezas clásicas en sus filmes —como las de Strauss y Beethoven en "2001: Odisea en el espacio" y "La naranja mecánica"—, la música de Béla Bartók, Gyorgy Ligeti y Krzysztof Penderecki electriza los nervios en "El Resplandor".

"Creo que lo más llamativo del filme está en su atmósfera inquietante. La vemos en esos espacios geométricos, en la profundidad de campo que esconde algo en el fondo (así sea imperceptible a los ojos), acompañado de una musicalización que te retumba y estruja, que funciona como símbolo de poder maligno y va introduciendo a la locura al personaje de Jack Nicholson", afirmó el especialista.

Por su parte, la directora Gisella Barthe llamó la atención del "trabajo del sistema cromático" en la película, que le permitió a Kubrick aunar el color rojo con la idea de lo terrorífico, al mismo tiempo que construyó una "instalación visual pasional más abstracta". "Con 'El Resplandor' nace una nueva forma estética de cine de terror, generaba discursos heterógeneos, es un antes y un después, ya que propuso un filme majestuoso y geométrico, que estimulaba miedos primarios que quedaron en la mente por largos años", argumentó.

Kubrick, el perfeccionista

Hasta 1980, Stanley Kubrick ya había estrenado varias de sus obras maestras, como "2001: Una Odisea del Espacio", "La naranja mecánica", "Dr. Insólito o: Cómo aprendí a dejar de preocuparme y amar la bomba" y "Senderos de gloria"; pero tras el batacazo que le supuso la cinta de época "Barry Lyndon", debía reponerse con un filme de corte más comercial.

Por eso recurrió a una novela de Stephen King —cuya novela "Carrie" le había granjeado un éxito en taquilla a Brian de Palma— para acercarse a un género todavía inexplorado por él. Sin embargo, este desafío no lo apartó del camino estético que ya había tomado. "Su cine es muy identificable. Siempre estaba muy obsesionado con los mínimos detalles y con la perfecta simetría de sus planos", apuntó León.

En esa línea, según Barthe, "El Resplandor" no dejó de dialogar con el resto de la filmografía de Kubrick debido a la búsqueda del "perfeccionismo absoluto" que profesaba el director. Una pasión por controlar cada punto de la filmación, que en este caso le llevó a ser uno de los primeros en utilizar el steadycam para "plasmar secuencias estudiadas a la perfección". O a desechar el guion preparado por Stephen King por no someterse al planteamiento de la historia que él mismo había concebido.

Para Stanley Kubrick, después de todo, esta no era una historia de fantasmas, aunque los hubiera, sino del descenso a los infiernos del delirio. "El papel de Nicholson es similar al de otros personajes perturbados de Kubrick, como el Gomer Pyle de 'Full Metal Jacket': muestran la verdadera cara de la locura", indicó al respecto León.

Un Cadillac que todavía ruge

En su momento, "El Resplandor" no cosechó demasiadas críticas favorables. Uno de sus críticos más visibles fue, precisamente, Stephen King, quien definió a la película de Kubrick como "un precioso gran Cadillac sin motor en su interior". Y aunque con los años el autor de "It" matizó su opinión sobre la película, sigue creyendo que a ese fabuloso coche le falta un poco de alma.

Barthe observó que "una obra maestra compleja siempre tendrá detractores". De eso no está a salvo este clásico de terror. "En la época en que se estrenó 'El Resplandor', se habló de una obra demasiado elaborada y poco efectiva, etcétera", indicó. Pero ella cree que, con el paso del tiempo, esta cinta "no merece ningún señalamiento".

"Hablaba de política y de las enfermedades mentales que aquejan en la actualidad, no ha envejecido, se ha añejado conquistando a nuevas generaciones", apuntó. Una posición con la que estuvo de acuerdo Renato León: "Verla nuevamente hace que se enriquezca más y más. Uno se va dando cuenta de detalles que en su momento no vio a simple vista".

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