El actor español y su esposa Penélope Cruz actuaron junto a los directores de cine Harvey Weinstein y Woody Allen, quienes fueron acusados por casos de acoso sexual.
Javier Bardem considera que el movimiento en contra del acoso y la agresión sexual a mujeres que se desarrolla en el ámbito cinematográfico vive un momento de "extremos", en el que las acusadoras señalan sin pruebas al agresor. "El hecho de ser señalado con un dedo hace que ya seas culpable y no tengas derecho a la presunción de inocencia”, comentó Bardem.
En una entrevista con Efe, el actor español lamentó que se produzcan juicios mediáticos y abogó por que se aporten pruebas de los supuestos casos para llegar a una lectura “puramente legal" de los mismos.
Bardem hizo énfasis en la sensibilidad del tema, ya que los inocentes se ven afectados por acusaciones en menos de 24 horas. "Ahora hay señores y señoras que apuntan con el dedo a otros y es importante que suceda, pero hay que llevar pruebas", dijo.
El actor y su esposa Penélope Cruz trabajaron con Harvey Weinstein y Woody Allen. Ambos directores fueron señalados por la opinión pública en relación a sendos casos de abusos.
El candidato a los Premios Platino por su papel en "Loving Pablo" manifestó que el movimiento de igualdad de género que se está extendiendo en el ámbito cinematográfico con iniciativas como el #MeToo se está inclinando hacia el “extremo”.
No obstante, aseguró que esto significa un cambio histórico. “Somos testigos y parte de ese cambio (gracias a un movimiento) que ha venido para quedarse. (…) Ojalá que sea medido por la ley, y ya no será tanto el hombre contra la mujer sino el hombre y la mujer juntos ", afirmó.
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