Para todo líder, es importante saber cómo desbloquear el potencial de su equipo. Y puede ser que hayan visto en ocasiones chispas de performance excepcional en algunos de ellos, un evento que, quizás, no han visto repetirse. ¿Acaso estos empleados no comprenden cómo desbloquear su potencial?, ¿o acaso es un problema de motivación?
Tal vez tengamos en mente un evento específico en el que fuimos testigos de una demostración de habilidades que no habíamos presenciado antes. Puede ser que los hayamos visto dar una presentación excepcional delante de un público difícil, o un destello de creatividad para solucionar un problema, o que hayan liderado con astucia un proyecto que no carecía de complejidad. Si lo hicieron una vez, pueden volver a repetirlo.
Existen 2 principales razones por las que las personas no alcanzan a dar su mejor rendimiento: no conocen cuál es su potencial o por problemas en el liderazgo. El primero es absolutamente normal y en muchos casos tampoco conocen cuándo han hecho algo que fue considerado por los demás como un rendimiento excepcional. Como líderes, podemos guiarlos a entender la amplitud de sus capacidades a través de la retroalimentación. Es importante que sepamos darla en el momento oportuno y no abusar de ella. Por ejemplo, un momento ideal para dar retroalimentación positiva es tras un evento en el que destacaron tal como una presentación frente a un público. Es importante que los ayudemos a entender cómo lo lograron. ¿Acaso se prepararon más?, o acaso se entrevistaron con otros expertos antes de la presentación. Ayudarlos a entender es ayudarlos a poder replicarlo.
El segundo caso es tal vez más difícil de considerar, pero la solución depende de nosotros como jefes, pues el estilo de liderazgo no depende de los empleados, sino de quienes estamos a cargo de ellos. Nuestro liderazgo influye fuertemente en sus resultados. Podría ser que estemos abusando del micromanagement, o que no hayamos definido eficientemente sus objetivos. Para solucionar ello, hagamos pruebas en nuestra manera de comunicar, en la retroalimentación y en el empoderamiento que les damos hasta examinar si la razón del problema en sus resultados es nuestro liderazgo.
Finalmente, recordemos que manejamos personas, no máquinas. No podemos esperar que las personas tengan siempre un performance pico, sino que todos seguimos ciclos, y que la mejor manera de promover la innovación es darles la libertad de expresarse.
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