Algunas veces, cuando pensamos en los grandes avances tecnológicos, nos sentimos atemorizados o preocupados por el impacto que podrían tener en nuestras vidas. De hecho, algunos expertos sostienen que la tecnología nos sustituirá en diferentes puestos de trabajo, que podría minar nuestra capacidad innovadora y acabar con prácticas culturales como la artesanía. Otros, en cambio, aseguran que la tecnología es nuestra principal aliada porque nos permite crear todo aquello que antes solo podíamos imaginar. ¿Cuál es la realidad?
Una encuesta del Foro Económico Mundial, realizada en el 2020, reveló que el 43% de las empresas estaban dispuestas a reducir su fuerza laboral en los próximos años, debido a la integración tecnológica. Por tanto, es innegable que algunos puestos operativos han desaparecido y muchos otros están en riesgo, pues las máquinas son cada vez más capaces de ejecutar esos trabajos de manera automática. No obstante, un estudio de Future for Work & EY advierte que, en este nuevo escenario automatizado, el 91% de las organizaciones buscará profesionales creativos, una habilidad valiosa e irremplazable.
En ese sentido, considero fundamental dejar de ver a la tecnología como una amenaza para la creatividad. Al contrario, debemos empezar a incorporarla en nuestro trabajo para crear nuevos productos, solucionar problemas de forma disruptiva e impactar positivamente en la sociedad. Definitivamente, la tecnología —además de ayudarnos a optimizar procesos y simplificar tareas rutinarias— debe ser un recurso clave en los procesos creativos y de innovación.
Pensemos, por ejemplo, en cómo los escritores tienen la oportunidad de enfocarse solo en sus historias ahora que pueden editar textos de manera sencilla en un ordenador; en cómo los artesanos pueden crear telares en cinco minutos e industrializar sus productos. Y pensemos también en proyectos tecnocreativos como los videojuegos desarrollados por estudiantes de Toulouse Lautrec para combatir la depresión, la violencia de género o para impulsar el turismo en Ollantaytambo. ¡Nada de esto hubiese sido posible sin la tecnología!
Queda claro, estimados lectores, que la tecnología no es obstáculo para nuestra creatividad, sino una herramienta que nos permite hacer realidad esa idea genial que antes parecía imposible de realizar. No obstante, necesitamos ejercitar nuestra creatividad de manera constante y capacitarnos en el manejo de recursos tecnológicos. Solo así podremos enfrentar los desafíos de la nueva era. ¡La tecnología seguirá avanzando y debemos impulsarnos en ella para generar impacto! ¡La creatividad no tiene límites!
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