“En el negocio de la radiodifusión no necesitas ser dueño de emisoras, necesitas ser dueño de buenos contenidos. Ese es un punto de partida que es fundamental para el negocio actual también. Ese concepto no ha cambiado. No necesitas ser dueño de emisoras, necesitas tener ideas y la programación”.
Así lo recordaría Manuel Delgado Parker, quien a los 26 años fundó Radio Programas del Perú, hoy RPP Noticias. Ese fue el inicio de la emisora peruana en 1963, que tenía al aire más de 18 radionovelas, variados programas de consejería, comicidad y musicales, y un breve segmento noticioso.
“Pusimos todo el capital en la programación. No en la compra de las emisoras, sino en la afiliación. Lo que demuestra que este negocio no es nada si no tienes una gran programación”, dijo mi padre cerca de cumplir los ochenta años.
Con el retorno a la democracia en los ochenta, la emisora daría un importante giro noticioso. Gracias al trabajo de un destacado grupo de profesionales en diversas áreas de la empresa, Radio Programas del Perú, hoy RPP, se convertiría en un referente noticioso para el país.
Actualmente, los medios de comunicación atraviesan por un camino de transformación y reinvención, en parte por la gran cantidad de redes sociales y su impacto en las generaciones más jóvenes. Sin embargo, los medios masivos de comunicación siguen teniendo un gran alcance en la gente.
Hoy, tener el norte claro como lo tuvo el fundador de RPP, es decir, que los contenidos dejen “algo bueno”, que perduren en la gente y aporten a la sociedad, requiere no solo de talento, rigor periodístico, constancia, sino de pasión por lo que se hace. Algo que se alcanza cuando se trabaja con un propósito grande.
Hoy más que nunca, el buen periodismo requiere de libertad de información y de prensa, un derecho que todos los peruanos merecemos. El derecho a estar bien informado será pleno en la medida que se haga un periodismo serio, crítico y sobre todo basado en la verdad.
Al cumplirse los dos años del fallecimiento de mi padre, Manuel Delgado Parker, cómo no recordar las difíciles épocas que le tocó vivir, que fueron posibles superarlas siempre de la mano de un periodismo libre, basado en la verdad y en la libertad de expresión e información.
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