El escritor peruano falleció el 24 de mayo de 2016, a los 85 años. Recordemos parte de su obra monumental.
Este 24 de mayo se cumple un año desde que Oswaldo Reynoso partió hacia otro mundo, pero nos dejó su obra. Conocido por sus cuentos y novelas, también fue un importante poeta. Su primer libro justamente fue el poemario Luzbel (1955), del cuál reproducimos estos tres poemas. El mejor homenaje es leerlo.
Mandil blanco...
Mandil blanco
de la primera puesta
de la tarde colegiala
me llego a ti
con mis alfabetos de agua
y con los puros azules
azules de mis manos
y el azul del lápiz
con que escribí en el viento
mis palotas rotas
Qué fue de aquel
tu bolsón repleto
de mariposas de miel y brisas
Qué fue de aquella
mi pizarra
que marcó el luto de tus trenzas
Qué fue de la embriaguez
del vino de tus ojos
que maduraban en el mar
Ahora que el recuerdo
se pone tan difícil
vamos tomando las manos
de la tarde -la hermanita buena-
para jugar ronda
en torno de la muerte
Mandil blanco
da para mis manos
el frutos de un rostro.
El pecado hace del cuerpo...
El pecado hace del cuerpo un fruto oloroso
El tiempo es llegado
estoy listo para la cosecha
arráncame de mi lecho
y elabora con fuego mi sangre
hasta que mis ojos
se leven en llamaradas a la luna.
He caído y ya no podré agitar...
He caído y ya no podré agitar
mis alas ni mostrar mi corazón
como cerezo ardiente.
Lo único que me queda
es machacar mis ojos con la luz
y comer el fuego de la tierra.
He caído y el mar ha perdido
su inocencia y la ciudad
se ha convertido en impúdica
durmiente bendecida en el amor.
He caído un ángel ha quemado
el templo y un niño ha llorado
ahogándose en mis sueños.
He caído cuando dos cuerpos
desnudos
se matan en la noche.
(Obtenidos de la edición de Luzibel pulicada por Estruendomudo y Editorial San Marcos)
En el siguiente video se puede escuchar al maestro Oswaldo Reynoso leyendo su famoso cuento Cara de Ángel, del libro Los Inocentes. En paz descanse maestro.
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